6 Prácticas que afectan la salud vaginal
En otras décadas, el peor escenario al que debía enfrentarse una mujer que tenía relaciones sexuales fuera del matrimonio y sin protección, era quedar embarazada; sin embargo con el paso del tiempo esta preocupación fue desplazada por la de contraer enfermedades y otros padecimientos.
Disfrutar de la sexualidad es un derecho humano que además tiene beneficios físicos y psicológicos como mejorar el estado anímico por el incremento de endorfinas, fortalecer el apego con la pareja o como afirman investigaciones publicadas por la Harvad Medical School tener esta actividad dos veces por semana reduce el riesgo de padecer un ataque al corazón y eleva el sistema de defensas, siempre y cuando se realice de manera responsable.
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Pero, ¿de qué se trata ese compromiso? La mayoría considera que basta usar preservativos, limitar el número de parejas íntimas y visitar al ginecólogo una vez al año y no. Esto va más allá pues existen procedimientos que ponen en riesgo la salud vaginal, muchos de ellos enfocados a la belleza y otros a tener encuentros más placenteros. Antes de llevarlos a la práctica, infórmate y cuídate para tener una sexualidad plena.
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Rutinas de higiene
Duchas vaginales
Consisten en lavarte introduciendo agua u otras sustancias. Sus desventajas son que alteran el pH y destruyen la flora, es decir las bacterias buenas que protegen y luchan contra las dañinas que provocan infecciones además de ser innecesarias ya que el cuerpo está preparado para asearse a sí mismo y para eso produce todos los días una mucosidad que te limpia y lubrica por dentro.
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Productos cosméticos
Hay desodorantes, talcos y toallas perfumadas que prometen cambiar el olor pueden provocar escozor. Mientras el flujo sea de color claro y no tenga un olor desagradable puedes estar tranquila, pero tú conoces tu cuerpo y si crees que hay algo mal, consulta al médico de inmediato para descartar una posible infección. Lo más importante es tu salud vaginal.
Depilación
Eliminar el vello de la zona íntima está de moda. La estética, higiene y sensualidad son los principales motivos por las que hombres y mujeres la practican, a pesar de que algunas investigaciones muestran que sirve como protección para combatir agentes externos y que tiene otras funciones como retener las feromonas que atraen al sexo opuesto.
Las opiniones con respecto a los riesgos están divididas, pero la mayoría coinciden en que si bien quitarlo no afecta de forma directa, el método utilizado sí puede traer complicaciones. Así que aquí valdría la pena preguntarte ¿qué prefieres, estética o salud vaginal?
Las duchas vaginales, los desodorantes y talcos que prometen eliminar el olor destruyen la flora bacteriana que combate infecciones
Como sabemos la piel de esta área es la más delicada del cuerpo, al retirar el vello puede inflamarse o provocar comezón, una serie de factores que la vuelven más susceptible de infecciones. Además, si no se realiza de manera profesional pueden presentarse quemaduras.
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Otro factor de riesgo es hacerlo con demasiada frecuencia porque cuando el vello es corto, la cera puede pegarse más a la piel y lesionarla, así que lo más recomendable es repetirlo hasta que haya crecido lo suficiente. A la larga puede alterar la sensibilidad y ocasionar cambios en el aspecto de la piel, por ejemplo, engrosarla. Si vas realizarlo, asegúrate que sea con un experto.
Resequedad
Es la falta de lubricación vaginal que provoca relaciones sexuales dolorosas. Se debe a diferentes factores como una disminución en los niveles de estrógenos por la edad, consumo de medicamentos e incluso exceso de estrés. Es más común a partir de los 35 años y para contrarrestarla puedes utilizar:
- Prefiere los que están hechos a base de agua, que no tengan fragancias, colores, espermicidas o sabores pues los químicos pueden irritarte. Aplícalo antes del coito alrededor y en la entrada de la vagina; también puedes untar un poco en el pene de tu pareja. Si la sesión será larga, es recomendable hacer una pausa para aplicar un poco más. Evita aquellos que no se disuelven en el agua porque están hechos a base de petróleo, pueden adherirse a la mucosa vaginal y favorecer el crecimiento de bacterias.
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Si además de sequedad presentas picazón, inflamación en los labios mayores y/o menores, mal olor y ardor al orinar, podría tratarse de una infección llamada vulvovaginitis. Acude al médico.
Evita los lubricantes que tengan fragancias, colores, espermicidas o sabores porque irritan más
Mal uso del condón
Se considera uno de los métodos de protección más seguros pero para garantizar sus beneficios y tener buena salud vaginal, evita:
- Abrir el empaque con los dientes porque podrías rasgarlo
- Aplicar cremas o aceites y colocarle a tu pareja dos preservativos ya que la fricción entre uno y otro puede provocar que se rompa
- Ponerlo al final, lo más recomendable es hacerlo a partir de que se tiene la erección
- Utilizar el mismo para tener relaciones vaginales y anales; cámbialo para disminuir riesgos
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Juguetes sexuales
Son una alternativa para darle un giro a tu relación pero ten cuidado porque requieren de un manejo especial como usarlos con condón y lubricante y que estén hechos de materiales semirígidos. Es importante que no los compartas y los laves después de cada uso porque son un medio fácil donde proliferan las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS). Asegúrate de que sean hipoalergénicas y que no tengan piezas pequeñas que puedan desprenderse.
Otros enemigos de la salud vaginal
- Ropa ajustada
- Uso desmedido de protectores diarios
- Medicamentos
