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¿Por qué algunas mujeres no tienen libido?

¿Te ha pasado que no tienes libido? ¿Qué es la anorgasmia, el vaginismo y la dispareunia? Aquí te decimos cómo disfrutar del sexo.

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Por alguna razón, muchas mujeres no podemos disfrutar plenamente de nuestra sexualidad. Aunque esta situación es más común de lo que crees, no estamos sentenciadas a perdernos este aspecto fundamental de la vida: la solución comienza en el deseo de informarnos.

 

Recupera tu libido y supera el deseo sexual inhibido

 

Es  necesario comprender que la sexualidad –y por extensión sus problemas– está conformada por aspectos biológicos, psicológicos y sociales que se relacionan entre sí. Pero para que su tratamiento sea efectivo, es muy importante delimitar la causa, que no siempre es la misma, al igual que la manera en que afecta a las personas. Una forma de clasificarlos es de acuerdo al momento en que se manifiestan: los primarios están presentes desde el inicio de la vida erótica, y los secundarios aparecen después de un periodo de funcionamiento adecuado.

 

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A continuación se enlistan algunas de las particularidades que suelen bloquear el erotismo, convirtiéndose en verdaderos problemas sexuales, afectando ya sea el deseo, la excitación o el orgasmo:



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  • Nuestros horarios y el cansancio
  • Pensar que somos las únicas responsables del placer propio y del otro
  • No considerar a nuestra pareja
  • Olvidarnos de que las relaciones sexuales son para disfrutarse
  • Creer que son sólo para gente joven y atractiva
  • Distraerse o preocuparse durante el acto sexual
  • Falta de privacidad

Deseo sexual inhibido

Este problema tiene raíces físicas y/o psicológicas y se caracteriza porque la falta de sentimientos eróticos nos hace percibir la relación sexual como algo desagradable. Se considera generalizado cuando no hay interés sexual hacia ninguna persona ni circunstancia; situación si sólo sucede con la pareja y puede ser primario o secundario. Sin embargo, no se debe confundir con la ausencia temporal de apetito sexual, por lo que es considerado trastorno cuando persistente por lo menos durante seis meses.

 

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Causas

En la actualidad, muchos hombres se sienten confundidos por la promulgada equidad de género y sienten un hueco al ver que sus esposas no pueden encargarse de los quehaceres, sobre todo si tienen un puesto laboral importante, quienes a su vez pierden interés en la pareja.

Debido a múltiples circunstancias, muchas parejas no se sienten íntimamente vinculadas, además que entre las razones que consideraron para elegir pareja nunca figuró el deseo. 

Una educación sexual que conlleva actitudes negativas y sexofóbicas, así como el abuso durante la infancia, la violación, el acoso, etc., obstaculizan una saludable expresión de la sexualidad.

 

Tratamiento

La falta de apetito sexual suele necesitar de una terapia sexológica, con la que se trata recuperar o disfrutar por primera vez la sexualidad en toda su extensión: deseo, excitación, orgasmo y resolución. Esto se hace trabajando la fuente de placer, cada quien tiene la suya: una cena romántica, un baño reconfortante, un masaje, etc.; hay que favorecerla con los estímulos adecuados. Así, explorando las sensaciones, gradualmente se va descubriendo cómo es que el apetito va surgiendo. Sin embargo, hay que tener en cuenta que cada persona es única, por lo que tiene que ir probando poco a poco la cantidad así como el contenido de estos estímulos, pues si sufre de una fuerte inhibición, es posible que los encuentre desagradables.

 

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Aversión sexual

Es un trastorno primario o secundario que se presenta con más frecuencia en las mujeres, de forma generalizada o situacional, y consiste en el rechazo intenso y recurrente de todo contacto sexual, en ocasiones evitando cualquier otro tipo de caricia que se entienda como preparatoria, y en casos extremos, llegando a considerar el sexo repugnante, repulsivo y desagradable, razón por la que suele dificultar las relaciones interpersonales, en especial las de pareja, además de ocasionar ansiedad, miedo o disgusto en quien la padece cuando se encuentra en situaciones sexuales.

 

Causas

En caso de que sea de tipo primario, las causas de este trastorno pueden deberse a un trauma sexual: incesto, abuso o violación; por un ambiente familiar muy represivo, o bien porque los primeros intentos de coito produjeron dolor, en cuyo caso, incluso al desaparecer éste, permanece el recuerdo. Si es adquirido, su origen puede estar en alguna relación de pareja o en una vivencia traumática. Puede generar fobia, incluso angustia, hasta llegar a presentar temores irreales menos conscientes de dominación o de daño corporal.

 

Tratamiento

A través de la intervención sexológica se pretende atender diversos los factores:

Predisponentes: Aquellos que tienen que ver con la historia personal, como la educación sexual, la historia amorosa, o situaciones sexualmente traumáticas
Precipitantes: Se refieren a lo que desencadena el trastorno
Mantenedores: Son los que hacen que se repita el episodio se repita, además de las reacciones de la pareja

Y a partir de ahí, se intenta suprimir lo que ha desencadenado la aversión y mejorar la comunicación sexual, ayudando a la pareja a encontrar su propio campo de expresión sexual, lo cual no es una tarea fácil pues quienes padecen este trastorno tienen referentes eróticos pobres y es tarea del sexólogo ayudar a la pareja pero sin presionarla.

Dificultades con la lubricación vaginal

En realidad este problema es un síntoma de la incapacidad para conseguir o mantener la excitación ante una estimulación adecuada, pero también pueden presentarse otros menos visibles como la disminución de la hinchazón genital (clitoridiana o labial) y la falta de alargamiento, dilatación y excitación vaginales; por lo que la penetración o la manipulación de la vulva resultan incómodas o molestas. Este trastorno suele presentarse especialmente tras la menopausia, ya sea quirúrgica o fisiológica.

Causas

En mujeres de edad avanzada, este problema suele presentarse tras el cese de la menstruación –como mencionábamos–, pero también puede obedecer a una atrofia del tejido genital (kraurosis), o puede ser el efecto adverso de algunos medicamentos, como ciertas cremas que contienen corticoides. En cuanto a las mujeres jóvenes, las causas son de tipo psicológico, y tienen que ver con los temores que existen alrededor de las relaciones sexuales, o simplemente por una mala técnica de estimulación sexual.

 

Tratamiento

Sin importar la edad, hay que dedicar especial atención al disfrute del juego pre coital, el cual puede ser la diferencia entre sentir placer o molestias. Pero si la sequedad vaginal se debe a otros factores, los geles que contienen isoflavonas de soya, con propiedades hidratantes y suavizantes, son una buena opción, además de que no es necesaria una receta médica.
También se puede recurrir al uso de lubricantes solubles al agua; éstos, a diferencia de los que proceden del petróleo, no se adhieren a la mucosa vaginal, lo que puede facilitar el desarrollo de gérmenes. Son preferibles los que no contienen sustancias que les dan olor, sabor o color; que tienen un pH similar al de la vagina y son fáciles de eliminar con el lavado.

 

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Anorgasmia

Es un trastorno de tipo primario o secundario, que consiste en la ausencia persistente del orgasmo tras una fase adecuada de excitación sexual. Éste es un proceso bastante complejo que involucra factores biológicos, psicológicos y sociales. Aunque la mente recibe los estímulos sexuales del cuerpo, la respuesta a éstos es procesada conforme a cuestiones culturales, como normas y costumbres, y psicológicas. Si inconsciente o conscientemente existen sentimientos negativos hacia el sexo, será difícil obtener un orgasmo.

Causas

Las razones son múltiples y en su mayoría son de tipo psicológico, obedecen a las particularidades de cada persona y pareja, además de que están relacionadas con el desconocimiento de la propia anatomía y de las técnicas de estimulación, particularmente del clítoris. Probablemente esto se debe a que tradicionalmente sólo el hombre es el responsable del placer y las relaciones sexuales se limitan a la penetración, cosa que según numerosos estudios no es lo más efectivo para provocar el orgasmo femenino.

Tratamiento

Es de tipo integrador y va encaminado a intervenir en los elementos que lo bloquean, por ejemplo, los miedos (al embarazo, a ser sorprendida, al dolor, etc.), el desconocimiento del cuerpo, la falta de habilidad para estimularse, la incapacidad para sentirse cómoda con una misma, la carencia de una educación para el placer, los valores y la afectividad hacia lo sexual, los sentimientos hacia las relaciones y experiencias pasadas, entre muchas. Por eso, la autoayuda no es más que un proceso que se prolonga durante toda la vida, y que implica, entre otras cosas, hacerse responsable de la propia sexualidad, con o sin pareja.

Vaginismo

Es la imposibilidad o extrema dificultad para conseguir la penetración vaginal, debido a la contracción involuntaria de los músculos que rodean la entrada de la vagina. Cuando una mujer se excita sexualmente, experimenta una relajación de los músculos vaginales, pero cuando se padece este trastorno, la contractura muscular es tal que impide la penetración. A quien lo padece, le genera mucha confusión, ya que a pesar de que su deseo y sus ideas se dirigen a tener una relación coital, sin embargo, es como si existiera en su cuerpo una orden contraria que no puede controlar.

Causas

Aunque durante mucho tiempo se pensó que se debía a cuestiones fisiológicas, hoy sabemos que la causa del vaginismo siempre es psíquica. Quienes presentan este trastorno sienten una gran ansiedad ante la idea de introducirse algún objeto en la vagina, e incluso no se atreven a intentarlo con un dedo o un tampón, y de esta manera se va desarrollando una especie de miedo a la penetración vaginal, por lo que cualquier intento produce tensión. Esta detona una respuesta que tiene tres signos típicos: arqueamiento de la espalda (lordosis), cierre de piernas (contracción de los músculos abductores de los muslos) y espasmos involuntarios de los músculos que rodean la vagina; lo cual dificulta aún más la penetración.
También sucede que la gran mayoría de las mujeres que sufren vaginismo, creen que su vagina es muy pequeña, está cerrada por el himen y su entrada muy estrecha.

 

Tratamiento

Una adecuada información ayuda y tranquiliza, abriendo la posibilidad para un tratamiento adecuado, que va desde la exploración de causas psicológicas, factores sociales y educativos, la relación de pareja, hasta el conocimiento del cuerpo, razón por la cual es muy importante la labor educativa dentro de la terapia sexual.

 

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Dispareunia o coitalgia

Se trata del dolor que se da en el área pélvica al momento de la penetración, durante la relación sexual por los movimientos del pene, o poco después de la misma. Suele aparecer después de un periodo más o menos largo de relaciones sexuales sin problemas y muchas veces conlleva la pérdida de interés en cualquier actividad sexual cuando se vuelve persistente.

 

Causas

 

  • Circunstanciales
  • Lubricación inadecuada por una estimulación erótica insuficiente
  • Sequedad vaginal
  • Relaciones sexuales demasiado pronto después de una cirugía o parto (se recomienda esperar seis semanas después de éste)
  • Irritación por jabones, detergentes, duchas o productos de higiene femenina
  • Alergias al látex de diafragmas o condones

 

Que requieren consulta médica

 

  • Endometriosis
  • Hemorroides
  • Herpes genital, verrugas genitales u otras enfermedades de transmisión sexual
  • Infecciones vaginales
  • Infecciones del tracto urinario, como la cistitis
     

Conclusión

El desconocimiento de todo aquello que conforma la esfera de la sexualidad es quizá el principal obstáculo para superar los problemas mencionados, por eso no dudes en compartir lo aprendido con tu pareja. Lo que recibirás a cambio no tiene precio.

 

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