Dos semanas después, uno de los sementales pisó a su hijo y le rompió la pierna pero tres días más tarde, el ejército llegó a su casa para enrolarlo en la guerra y como estaba herido, fue el único de la villa que pudo permanecer en casa. ¡Lo que sucede, sucede!
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Este relato resume perfecto una filosofía de vida llamada “aceptación radical” que te invita a que recibas como vengan todas las experiencias que se te presentan y las abraces para fluir y soltar. Ajá, qué sencillo ¿no?
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¿Por qué nos resistimos?
Existen dos razones principales:
- Te niegas a ceder el control. Hay situaciones o decisiones de otros que nunca tendrás manera de solucionar o manejar pero si te aferras a conseguirlo, te atrapas en una red de tensión y rechazo.
- Juzgas lo “malo” que sientes. Quizá hay una parte de ti que va en contra de lo que has construido y si cierto evento la detona en vez de dejarla salir, te evades, sigues sin atravesarla y alargas el sufrimiento.
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¡Conoce más!
Jeff Foster, un autor inglés que escribió el libro The Deepest Acceptance: Radical Awakening in Ordinary Life (La aceptación más profunda: El despertar radical en la vida cotidiana) te sugiere preguntarte cosas como: “¿Qué es lo que pienso y siento ahora mismo? ¿Puedo sencillamente permitir lo que está apareciendo en mi momento presente? ¿Me atrevo a admitir esos pensamientos y sensaciones por más que supongan una amenaza para la imagen que tengo sobre mí?”.
Cuando lo decides, la pesadumbre desaparece, pues ya no luchas contra lo inevitable, ya no esperas transformar a todo ni a todos y más bien eliges hacerte cargo de ti y empezar a amarte sin juicios ni expectativas. Si dejas de criticarte por más absurdas o injustas que sean tus opiniones, lo mismo harás con el exterior.
EJERCICIO DE ACEPTACIÓN RADICAL
Como último consejo anota en tu agenda este cuestionario de la Asociación Mexicana por las Ciencias Conductual-Contextuales y respóndelo cada vez que te encuentres en una situación de estrés:
- ¿Qué pasó?
- ¿Qué hechos ocurrieron para que se hiciera más grave?
- ¿Qué rol jugaste para que sucediera?
- ¿Cuál fue el papel de los demás?
- ¿Podrías haber hecho algo diferente para que no empeorara?
- ¿Los resultados hubieran sido diferentes si lo hubieras aceptado radicalmente?
¿Tienes un amor tóxico con tus hijos?
Si esta forma de vida se graba de verdad en tu interior, más pronto de lo que crees te encontrarás con la maravillosa noticia de que todo lo que viene ¡conviene!
No se trata de que permanezcas pasiva, te resignes o victimices, sino de que reconozcas desde lo más profundo de ti y con el mayor gozo posible aquellas cosas fuera de tu esquema que por sí mismas tienen algo que dejarte.