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Cómo ser una mamá estricta sin traumarlo

Una psicóloga explica por qué ser una mamá estricta sí funciona, si sabemos cómo aplicar los límites de manera correcta, sin herirlos.

Ser mamá hoy en día resulta complicado, hay tanta información que ya no sabemos qué es lo correcto para criar niños; en especial cuando queremos que sean felices, exitosos, sanos, pero con límite y que además se sepan comportar y tengan valores. Al respecto, muchas tendemos a repetir el patrón que ya conocemos: el de mamá estricta, pero ¿en verdad funciona?

¿Tuviste una mamá estricta?

“Lo voy a traumar”; “si le digo que no, puede hacerlo enojar”; “le pego cuando no me obedece, así aprenderá a respetarme”. Estas frases son las que escucho constantemente de las mamás, pero; qué es lo mejor para tu hijo?

Te responderé con el capítulo que vi un día en la serie “Malcom el de en medio. La madre de esta numerosa familia, Lois, es sumamente estricta, nadie salta sus reglas y se impone a sus hijos demostrando al final que tiene razón en lo que hace.

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Pero Lois no siempre fue así, cuando nació su hijo mayor lo complacía en todo, lo mimaba y jamás lo regañaba, hasta que un día el encantador bebé puso en riesgo su vida. En ese momento ella decidió que jamás permitiría que ninguno de sus hijos hiciera algo para ponerse en riesgo y que ella sería una madre estricta, tan estricta que jamás harían algo que les hiciera daño.

Lois es todo un personaje, su forma de criar puede parecernos buena o mala, pero la idea al contarles esto es que ustedes pueden pensar que ser estricta salva la vida de un hijo; que un NO a tiempo lo enseñará a tolerar la frustración y a lidiar con sus emociones.



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A continuación les explico cómo ser una mamá estricta, pero sin lastimar tus hijos:

1. Ser una mamá estricta no es igual a ser una mamá abusiva, que no escucha o que solo su palabra cuente. Ser estricta es ante todo tener un sistema jerárquico: eres su mamá, no su amiga, no es tu confidente, tú eres la guía, por lo que quien toma decisiones eres tú, no tu hijo.

2. Poner límites congruentes. De acuerdo a su edad y lo que necesita. Hay cosas que se pueden conciliar, pero hay cosas que el hijo tiene que obedecer, por ejemplo: ponerse un cinturón de seguridad en el auto, se tiene que hacer y punto.

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3. Ser respetuosa y comprensiva no es lo mismo que ser permisiva. Es comprensible que desee jugar su videojuego, pero no a la hora de hacer la tarea. Tiene que cumplir y respetar sus obligaciones, si tú no respetas eso, le estás mandando el mensaje de que dependiendo de su estado de ánimo, tú le permitirás que haga lo que quiere.

4. Ser autoritaria no es lo mismo que ser estricta. Sí, se tienen que respetar los límites, pero también hay que escuchar y recordar que los hijos aprenden sobre crecer y ser responsables no por miedo; sino porque entienden que es por su bien (acuérdate de Lois).

5. Los golpes nunca serán una forma de educar y criar. Solo provocan enojo, rabia y sobre todo depresión. No elijas esta opción que solo es la muestra de tu frustración y que muestra que tú no sabes manejar tus emociones.

6. Empieza contigo, tú eres su ejemplo. Si deseas ser una mamá estricta, tienes que empezar contigo, no siendo perfeccionista, sino una madre que comete errores, pero que es capaz de perdonarse y repararlos. Esa es la mejor lección.

7. Exigir de acuerdo a su temperamento y etapa de desarrollo. Si tú le pides a tu hijo de 3 años que prepare la comida es algo incongruente y peligroso. Si le pides a tu pequeño que es muy tímido, que salude a personas desconocidas, porque es de buena educación; lo estás presionando y no estás entendiendo quién es tu hijo.

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8. El ser estricta y ser tolerante van de la mano, porque si comprendes que no hay que ser perfecto, que tu hijo es diferente a ti y que ves sus logros, sus alcances y respetas sus tiempos de acuerdo a su forma de ser, entonces tu hijo formará una sana autoestima.

Te invito a que leas estos consejos y que lo pienses, si deseas comprometerte con tu hijo, porque si es así, verás que ser una mamá estricta no es tan complicado como tú crees y que lo enseñarás a crecer, a ser feliz y ser tolerante consigo mismo y con los demás.

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