Por definición “Euforia” significa: “Sensación exteriorizada de optimismo y bienestar, producida a menudo por la administración de medicamentos o drogas, o por alguna satisfacción material o espiritual.”
Pongan atención a la definición: NO ES el significado de bienestar, es la SENSACIÓN de bienestar que puede ser provocada, temporal y frágil… De acuerdo a la serie, algunas maneras de lograr el estado “eufórico” es muy caro y peligroso. Euphoria muestra de manera exagerada, cruda y hasta escandalosa la vida a la que algunos adolescentes pueden acceder y que, lejos de reflejar un bienestar y hacer “cosas de chicos”, nos revelan una actualidad que debe alarmarnos y que sobre todo nos debe llevar a reflexionar algunos puntos, principalmente:
1.¿Dónde estamos y qué estamos haciendo los padres?
2. Infancia no es destino, perooo todo lo que vivimos o atravesamos cuando somos niños y adolescentes se impronta en nuestro cerebro y no hay garantía de que sea de una manera positiva o negativa.
3. No elegimos en dónde, ni cómo nacer, tampoco elegimos a la familia a la que llegamos, pero sí podemos elegir algo mejor para nuestros hijos.
4. Los riesgos y el peligro SÍ existen dentro y fuera de casa: en la calle y en la escuela, con extraños y con conocidos, pero también en donde vivimos, misma situación: con extraños y con conocidos. Estar fuera o dentro del hogar no es sinónimo de estar más o menos expuestos ni protegidos.
5. En la vida hay excelentes padres que tienen hijos con problemas y que no reaccionan a la bondad o acompañamiento de sus papás; y hay excelentes hijos a pesar de tener pésimos padres.
6. Las crisis de los adultos alrededor de los niños y adolescentes, si no están bien manejadas, causan trauma que se perpetua en la vida de los hijos: enojo, frustración, miedo, ansiedad, depresión, sentimiento de insuficiencia, confusión de identidad, tristeza…
7. Tener comunicación con los hijos no es solo preguntar “¿Cómo estás?”, ni “¿Cómo te fue en la escuela?”, es hablar de todo y siempre sin emitir tu juicio a la primera.
8. No importa lo que te la pases diciendo a tus hijos, antes y ahora, aquí y en China, “la palabra educa, pero el ejemplo arrastra”.
9. El alcohol, las drogas, el sexo y los riesgos NO son cosas de adolescentes en sí mismas, son situaciones y riesgos de la vida a los que los adolescentes están expuestos y tienen acceso y necesitan guía y límites de adultos responsables.
10. Los límites son una forma de amar y de cuidar, la libertad absoluta puede ser negligencia, ningún extremo es bueno, pero tampoco es justificación dejar a los chicos por su cuenta bajo la bandera de “ellos ya saben lo que hacen” porque la realidad es que no lo saben.
11. Está probado que la pornografía puede arruinar la vida sexual y emocional de los seres humanos, no es la realidad en ninguna situación de la sana sexualidad.
12. Euphoria no se trata de glorificar las drogas o las situaciones extremas que viven las familias con alguna adicción, lo que trata de comunicar es la realidad que nos puede parecer tan ajena.
13. Las drogas, la sobriedad y los trastornos emocionales no son un camino sencillo jamás, atravesarlo en carne propia o acompañarlo necesita amor infinito y comprensión de lo que no está en control lógico de las decisiones humanas.
14. Las expectativas sobre los hijos pocas veces se alcanzan, cada ser humano es único y los padres y madres tenemos la chamba de acompañar que ellos logren alcanzar su certeza y seguridad, es probable que no sepamos que hacer, pero siempre podemos pedir ayuda.
15. Las situaciones de Euphoria no son nuevas, no son exclusivas de una porción de la sociedad, han estado siempre y afectan a miles de personas alrededor del mundo, todos podemos hacer algo por alguien siempre; pero nuestros hijos deben de ser nuestra prioridad, y quitarnos de creer que cada uno elige lo que quiere puede ser el primer paso para estar genuinamente presentes para ellos.
Si van a ver Euphoria háganlo con la mente abierta y el corazón dispuesto a acongojarse un tanto. No la recomienden sin verla para que la consuman sus hijos sin acompañamiento. La propia Zendaya aclara que no es una serie moralista, y solo confía en que se mantenga la esperanza de que la sobriedad puede alcanzarse y que nadie es perfecto.
Un abrazo, Karla Lara
Libro 90 respuestas claras para mamás novatas.
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