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Desde la sobreprotección hasta los padres faro, pasando por la crianza respetuosa. Cada familia es única y elige cómo criar a sus hijos.

crianza respetuosa
La crianza respetuosa se basa en principios que ayudan al desarrollo emocional y psicológico saludable de los niños, fomentando su autonomía y autoestima. Pero, no existe un enfoque único que funcione para todas las familias. Si no sabes que tipos de crianza existen o cuál elegir, aquí te las decimos.

¿Cuáles son los tipos de crianza?

1. Crianza autoritativa

Este estilo combina altas expectativas con un apoyo constante. Los padres establecen límites claros y coherentes, pero también son receptivos a las necesidades y emociones de sus hijos.

2. Padres faro

Son aquellos que guían a sus hijos con confianza y respeto, sin imponer una autoridad rígida. Este enfoque va hacia un apego seguro y reconoce a los hijos como individuos independientes con sus propias habilidades y desafíos. Según la psicóloga Belén Robles, este estilo implica un proceso de introspección por parte de los padres para ser empáticos y emocionalmente inteligentes.

3. Crianza consciente



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Se centra en la autoconciencia de los padres y en cómo sus comportamientos afectan a sus hijos. Los padres que practican este método trabajan en su fortaleza emocional y mental, reconociendo que su bienestar influye directamente en el desarrollo de sus hijos.

4. Crianza basada en la inteligencia emocional

Este enfoque enfatiza la importancia de enseñar a los niños a reconocer y gestionar sus emociones. Los padres validan constantemente las preocupaciones y sentimientos de sus hijos, fomentando su autoestima y seguridad. Además, animan a sus hijos a tomar decisiones, promoviendo el pensamiento crítico y la independencia.

5. Crianza sin sobreprotección

Proteger a los hijos es esencial, pero la sobreprotección puede limitar su desarrollo autónomo. Este método aboga por confiar en las capacidades de los niños, permitiéndoles tomar decisiones y aprender de sus errores.

Es fundamental reconocer que cada niño y cada familia son únicos. Por lo tanto, las pautas de crianza no son universales y deben adaptarse a las circunstancias individuales.

La psicóloga Beatriz Cazurro enfatiza que las directrices rígidas pueden causar más problemas que soluciones al no considerar las particularidades de cada situación.

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