Cuando un niño dice “no quiero ir a la escuela”, casi nunca se trata solo de flojera. Puede estar cansado, sentirse inseguro, tener problemas con un compañero o simplemente no encuentra sentido a lo que aprende.
Antes de presionarlo, escúchalo con calma. Pregúntale cómo se siente, qué cosas le gustan o le cuestan más porque a veces, solo sentirse escuchado ya hace una gran diferencia.
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1. Haz que vea la escuela como una aventura
Ayúdalo a ver la escuela como un lugar para descubrir cosas, no solo para cumplir reglas, puedes relacionar lo que aprende con su vida diaria:
- Si están viendo animales, vayan juntos a un zoológico
- Si aprenden números, cuenten los ingredientes mientras cocinan
- Si están aprendiendo a escribir, anímalo a hacer su propio cuento
2. Refuerza su autoestima
Los niños disfrutan más la escuela cuando creen que pueden lograrlo, por eso es importante celebrar sus esfuerzos, no solo sus calificaciones.
- Dile: “Vi que te esforzaste mucho en esa tarea, ¡estoy muy orgullosa de ti!”
- Evita compararlo con otros niños.
- Recuérdale que equivocarse también es parte de aprender.
- La confianza se construye poquito a poco y con tu apoyo constante, el aprendizaje deja de ser una obligación y se vuelve una experiencia más ligera.
3. Crea rutinas sin estrés
A muchos niños no les gusta la escuela porque las mañanas son caóticas: todo se hace con prisas, regaños o malas caras.
Cambia la rutina con pequeños detalles:
- Preparen la mochila y la ropa desde la noche anterior
- Pon música mientras desayunan
- Deja un mensajito cariñoso en su lunch o mochila
4. Conecta el aprendizaje con el juego
A los niños les encanta aprender jugando, puedes convertir cualquier tema en un reto divertido para ellos:
- Practiquen matemáticas con juegos de cartas o dominó
- Lean juntos y hagan voces de los personajes
- Dibujen lo que aprendieron ese día
- Hagan experimentos sencillos en casa
5. Fomenta la curiosidad fuera de la escuela
Aprender no solo pasa en la escuela. Llévalo a museos, parques, bibliotecas o simplemente al jardín para observar insectos.
Pregúntale cosas como:
- “¿Por qué crees que el cielo cambia de color?»
- “¿Cómo se forman las nubes?”
Estas pequeñas conversaciones alimentan su curiosidad natural y le enseñan que aprender está en todas partes.
6. Cuida su salud emocional
Si notas que tu hijo está desmotivado por miedo, ansiedad o tristeza, no minimices sus emociones, ayúdalo a identificar lo que siente, acompáñalo y si es necesario, habla con su maestra. Los niños disfrutan la escuela cuando se sienten seguros, aceptados y valorados.
