fbpx

,

Cómo acompañar a tus hijos en el manejo de emociones difíciles

/

Acompaña tus hijos en sus emociones sin permitir agresiones.

Cómo acompañar a tus hijos en el manejo de emociones difíciles sin justificar conductas dañinas
Sentir enojo, celos o frustración es parte de crecer. Pero aprender que las emociones no justifican dañar a otros es clave. Validar lo que sienten niños y adolescentes es necesario, pero hay una línea muy delgada entre acompañar sus emociones y justificar sus acciones.

Lee también: ¿Qué hacer cuando tu hijo está muy enojado?

Acompañar emocionalmente no significa permitir todo. Se trata de enseñar a sentir, reconocer, reparar y poner límites. Está bien que sientan enojo, tristeza, celos o frustración; lo que no está bien es usar esas emociones para agredir, excluir o humillar.

A veces, sin darte cuenta, puedes enviar mensajes contradictorios:

  • “Déjalo, está enojado.”
  • “Ya se le va a pasar.”
  • “Es su forma de expresar sus emociones.”

Así, lo que empezó como una emoción natural termina convirtiéndose en una forma de relacionarse desde el daño. Un niño puede empujar, romper algo o excluir a otros, y un adolescente puede ignorar o excluir a alguien de un chat, solo porque se sintió molesto o herido.

Eso no es una forma sana de expresar emociones; es usar el enojo para ejercer poder o venganza. Si como adulto no intervienes, el mensaje que reciben es claro: “si estás enojado, puedes lastimar”.

Master Bbmundo 2025 Master Bbmundo 2025

Cómo acompañar con límites y empatía

Puedes decir:

  • “Entiendo que te dolió lo que pasó, pero no puedes empujar, gritar ni dejar a alguien fuera del juego.”
  • “Puedes estar enojado, pero no puedes lastimar ni excluir.”

Esto no reprime la emoción; la ordena. Cuando un niño o adolescente entiende que puede sentirse mal sin hacer sentir mal a otros, desarrolla autorregulación y empatía, habilidades que construyen vínculos sanos y duraderos.

Claves para enseñar manejo emocional

  • Sentir no da permiso para dañar. Valida la emoción, pero no la conducta.
  • Transforma el enojo. Dibujar, escribir, respirar o caminar ayuda a canalizarlo.
  • Nombrar lo que sienten baja la intensidad. Decir “estoy enojado” ayuda al cerebro a calmarse.
  • Reparar el daño también se aprende. Pedir perdón y buscar acciones positivas enseña responsabilidad emocional.
  • Poner límites no contradice la crianza respetuosa. Amar con firmeza protege y guía.

Qué puedes hacer en casa:

  • No normalices agresiones. Intervenir enseña responsabilidad.
  • Evita el “ya se le pasará”. Trabaja la reparación emocional.
  • Usa el “cuando…, entonces…”. Ejemplo: “Cuando te calmes, entonces hablamos de lo que te molestó.”
  • Refuerza la empatía. Pregunta: “¿Cómo crees que se sintió tu compañero?”
  • Modela la calma. Los niños aprenden más observando que escuchando.

Acompañar a tus hijos en el manejo de emociones desafiantes los ayuda a convertirse en adultos que saben vincularse sin herir, expresar sin destruir y liderar con empatía.

Comparte esta nota

Más sobre este tema
,

Qué te pareció esta nota

0 / 5. 0

TAGS: