Cuando los niños son comparados, incluso en tono de broma, pueden empezar a sentir que no son suficientes y que deben alcanzar a los demás o que el cariño de los adultos depende de lo que logran. Aunque parezca un tema ligero, las comparaciones afectan profundamente en la salud emocional y el autoestima de tus hijos.
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Lo que la ciencia dice sobre las comparaciones familiares
Un estudio publicado en Frontiers in Psychology en 2025, encontró que cuando los padres comparan a sus hijos con otros diciendo frases como «mira cómo se porta tu primo», tus hijos desarrollan menor autoestima y más pensamientos negativos sobre sí mismos. La investigación explica que este tipo de comparación social puede afectar directamente en el estado de ánimo de los niños y aumentar la inseguridad emocional.
Además, un estudio publicado en Self and Identify en 2022 descubrió que las comparaciones entre hermanos pueden ser especialmente dolorosas cuando el niño siente que el cariño o la aprobación de sus padres depende de «ser el mejor». En estas situaciones, el autoestima baja y los niños suelen sentirse menos valorados, incluso cuando tienen logros propios.
Los adultos comparan sin darse cuenta
A veces lo hacemos por costumbre o incluso con buena intención, buscamos motivar a nuestros hijos, sin darnos cuenta de que el mensaje que reciben es el contrario porque en vez de escucharte decir “puedes lograrlo”, escucha “no estás a la altura”.
Además estás comparaciones crean rivalidades. Cuando los padres muestran más aceptación hacia un hijo que hacia otro, eso influye directamente en su comportamiento porque el niño que es comparado puede empezar a esforzarse solo para tener aprobación.
Rompe con las comparaciones
1. Mira a cada niño por lo que es. Cada niño tiene su ritmo, su estilo y su manera de aprender, aplaude sus esfuerzos y no solo resultados eso les ayuda a entender que su valor no depende de ser el mejor.
2. Refuerza desde el amor, no desde la competencia. En lugar de decir: “Mira cómo tu primo sí ayuda.”, prueba decir: “Gracias por ayudar, me encanta cómo lo haces a tu manera.” Así las comparación van desapareciendo.
3. Habla con otros adultos para evitar comentarios que hieren. Si en una reunión alguien dice: “Tu hijo es más callado que el de tu hermana”, puedes responder: “Sí, es muy observador. Le encanta ver todo con calma.” Eso ayuda a que protejas su autoestima.
4. Valida sus emociones cuando se sientan comparados. Si notas que se sienten menos que otro niño, no lo minimices, puedes decirle: “No necesitas ser como nadie más. Me encanta quién eres.” Esta frase repetida a lo largo de su vida se convierte en una gran ayuda emocional.
