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Para incluir el Feng Shui en tu vida debes observar y elegir cuidadosamente el acomodo de los muebles y cosas de tu vida diaria para que logres que la energía (o Chi) fluya de manera correcta y experimentes sensaciones de bienestar.
Así es como puedes incluir el Feng Shui en tu vida:
En casa: Elimina de tu vida o minimiza la apariencia de las cosas puntiagudas, en triángulo o flecha. Por ejemplo algunas plantas desérticas, mesas cuadradas o vigas. Según esta creencia, el Chi fluye y se transforma en espacios curvos o en espiral pues rodean todo tu espacio habitación; en cambio aquellos que afilados generan tensión y fugas de energéticas. Usa manteles o decoraciones para cambiar el efecto óptico.
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En el trabajo: Lo primero es poner atención a lo que ves cuando llegas. Tu escritorio, cubículo, casillero, etcétera. Si trabajas en una oficina, ¿qué hay a tus espaldas? Para evadir distracciones y hacer que los proyectos iniciados se concreten, limpia tu espacio y coloca una planta chica al lado de tu monitor y una grande con maceta detrás de ti (en el suelo). Los elementos vivos te darán seguridad y la tierra absorberá el estrés.
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Para el amor: La regla es muy sencilla: todo debe ir en pares. En su cuarto, pon la cama al centro y dos mesas de noche a los lados. Del tuyo coloca: dos fotos de su boda o luna de miel con dos velas rosas o salmón; del suyo, dos bambúes del mismo tamaño, si es posible que estén en la misma maceta. En las sábanas procura tonos como durazno, menta y azul cielo porque son “caminos” a través de los cuales fluye la comunicación.
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Para el dinero: Aunque no tiene mucho qué ver con exteriores, puedes potencializar los recursos al traer en tu bolsa, caja registradora o cajonera figuras como: tortugas que representan la protección y respaldo; tigres caracterizados por su buena fortuna; monedas chinas, sobre todo aquellas con un hueco cuadrado en el centro que lo tienen porque refieren a la tierra, elemento que da origen al metal y lugar donde surge todo. Llévalas anudadas en grupos de tres o cuatro y con un listón rojo.
Los colores clave en el Feng Shui:
- Amarillo: ideal para aprender a compartir e identificar tus sentimientos y emociones. Cuidado con usarlo si eres inquieta o nerviosa.
- Azul: fomenta la capacidad de investigación y fortalece la autoestima y confianza. Poco recomendable si te espantas fácilmente.
- Blanco: incentiva al orden y contribuye a desarrollar la capacidad de decisión y liderazgo. Si tienes dificultades para convivir, omítelo.
- Café: buena opción si eres dispersa y tienes poca o nula coordinación motriz. Retíralo de tu ambiente si eres dormilona.
- Morado: despierta la fantasía e imaginación; hay quienes piensan que ayuda a reducir el dolor físico. Ten cuidado con él si eres sensible.
- Naranja: adecuado si deseas participar en actividades para evitar la soledad. No lo uses si tu carácter es competitivo o ansioso.
- Rojo: se utiliza para despertar la curiosidad e interés hacia un punto en particular. Es perfecto para atraer el amor.
- Verde: el color del equilibrio por excelencia, facilita la calma y disipa los temores. Sólo redúcelo en caso de una separación o divorcio.