Para ayudarte a identificarlo, aquí tienes un checklist emocional:
5 preguntas para saber si cargas con culpas que no son tuyas
1. ¿Sientes que eres responsable de la felicidad de tus hijos todo el tiempo?
Es normal querer lo mejor para tus hijos, pero si sientes culpa cada vez que no los ves felices, podrías estar cargando con más de lo que te corresponde. Sus emociones son responsabilidad de ellos, no tuya. Reconocerlo es un primer paso para soltar esa carga.
2. ¿Te culpas por decisiones de crianza que no están bajo tu control?
Pregúntate: “¿Realmente depende de mí que todo salga perfecto?” Si tomas responsabilidad por cosas fuera de tu alcance, es momento de marcar límites. Ninguna mamá puede controlar todo, y aceptar esto te dará más calma.


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3. ¿Sientes que debes cumplir expectativas de otros sobre tu maternidad?
Si constantemente te comparas con otras mamás o intentas seguir estándares que no son tuyos, podrías estar absorbiendo culpas externas. Define tus propios valores y decisiones. Criar a tus hijos no tiene un manual universal, y eso está bien.
4. ¿Temes decepcionar a familiares, amigos o tu pareja aunque hagas lo correcto?
Si tu corazón se encoge cada vez que alguien cuestiona tu crianza, revisa si esa culpa es tuya o impuesta. No eres responsable de cómo reaccionan los demás ante tus decisiones. Tu prioridad eres tú y tus hijos.
5. ¿Tu diálogo interno como mamá es demasiado crítico?
Si constantemente te dices “debería haber hecho más” o “no soy suficiente”, pregúntate si esa presión viene de ti o de lo que otros esperan. Aprender a diferenciar te ayudará a soltar culpas que no te corresponden y cuidar tu salud emocional.
Suelta la culpa con estos pasos
- Identifica cuándo estás asumiendo responsabilidades ajenas.
- Pon límites claros con familiares y amigos.
- Prioriza tu autocuidado, sin sentirte egoísta.
- Busca apoyo de otras mamás o un terapeuta si la culpa se vuelve demasiado pesada.
Recuerda, soltar culpas que no son tuyas no te hace una mala mamá. Al contrario, te permite estar más presente, tranquila y conectada con tus hijos. Usa este checklist emocional para reflexionar y recuperar tu paz interior.