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¿Qué es la placenta previa?

Te decimos qué es, cómo identificarla, qué debes hacer y quién la puede padecer.

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Un sangrado repentino y mucho, a finales del segundo o principios del tercer trimestre, siempre es señal de alarma y no debe tomarse a la ligera. Una de cada 200 mujeres embarazadas puede padecer placenta previa, una situación que si no se atiende, es muy grave. Así que lee y prevén.

Empecemos por lo básico, la placenta es un órgano que se forma dentro del útero o lo que conocemos comúnmente como matriz, durante el periodo de la gestación. Va creciendo igual que el bebé y parece una esponja o un pastel. En el momento del parto mide más o menos 15 a 20 centímetros de diámetro y hasta 3 centímetro de espesor y está llena de sangre. Su función primordial es filtrar el oxígeno y los nutrientes de la madre hacia el bebé a través del cordón umbilical, y filtrar los desechos del bebé para que la madre los elimine. Normalmente se inserta en la pared alta del útero que se llama fondo, esto permite que durante el parto el bebé pueda bajar sin problema y sin que su paso sea obstruido por la placenta.

Ahora bien, si la placenta se ubica cerca o sobre el cuello del útero, puede obstruir el canal que comunica al útero con la vagina, complicando el embarazo y el nacimiento del bebé. A esto se le conoce como placenta previa.

 

3 tipos de placenta previa

 

Si la placenta está a una distancia de dos centímetros o menos del orificio cervical interno, que es donde comienza el cuello del útero o matriz, se le llama placenta previa baja.



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Si la placenta se encuentra justo sobre el borde del cuello uterino, se le denomina placenta previa marginal o también placenta previa parcial.

Y, cuando la placenta cubre por completo el cuello del útero, entonces se trata de una placenta previa completa o total.

Esta última es la que presenta mayor riesgo tanto para la madre como para el bebé, debido a que puede provocar lo que se conoce como sangrado silencioso, ya que generalmente no causa ningún dolor.

El tipo de placenta previa más frecuente es la placenta previa baja, la cual tiene una incidencia de entre el 3% y el 4% de las mujeres embarazadas, mientras que los casos de placenta previa total son menores, solo del 1%, dentro de los cuales, más del 80% concluye el embarazo sin complicaciones.

 

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¿Cómo saber si tienes placenta previa?

 

De acuerdo con el Dr. Víctor Manuel Escobar, ginecobstetra con 28 años de experiencia, la placenta previa se puede diagnosticar a partir de la semana número 28 del embarazo, a través de un ultrasonido obstétrico. Como la placenta es migrante, es decir, su inserción dentro del útero no es definitiva antes de las 28 semanas, no es posible detectarla antes. “El ultrasonido debe realizarse a la paciente con la vejiga llena, de lo contrario se puede modificar el punto de vista de la inserción de la placenta en el útero, dando un resultado equivocado” señala el doctor. Este estudio permite al médico verificar que no haya un coágulo atrás de la placenta o un hematoma disecante que esté separando cada vez más la placenta de la inserción, en cuyo caso puede haber el riesgo de que se desprenda completamente y con ello, exista un sangrado abundante poniendo en riesgo a la mamá y al  bebé.

 

¿Quién pude tener placenta previa?

 

En realidad la mayoría de las mujeres a las que se les diagnostica placenta previa no presentan aparentemente factores de riesgo, sin embargo, se ha encontrado cierta relación entre los siguientes factores y la posibilidad de tener placenta previa:

  • Haber tenido una o varias cesáreas previas. De acuerdo con el doctor Escobar, éste es el factor más frecuente en mujeres que presentan placenta previa.
  • Haber padecido infecciones intrauterinas frecuentes.
  • Tener alguna malformación congénita como por ejemplo, útero con alguna división o con algún tabique incompleto.
  • Presencia de tumores fibrosos que, si bien en el 99% de los casos son benignos, estorban en la inserción de la placenta dentro del útero, provocando placenta previa.

También se ha encontrado cierta relación entre mujeres que se embarazan después de los 35 años de edad con la placenta previa, al igual que en mujeres con alcoholismo, tabaquismo o consumo de drogas.

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¿Qué tratamiento y cuidados se deben seguir?

 

Directo a la cama. “Una vez que se detectó la placenta previa, se debe limitar la actividad física, ya que puede contribuir a que haya un desprendimiento prematuro de la placenta, incluso sin que haya sangrado, debido a la formación de un coágulo”, señala el doctor Escobar. “No hay otro tratamiento más efectivo para una paciente con placenta previa que el reposo absoluto”, añade.

Si se presenta sangrado, las medidas que prescribirá el médico dependerán del tipo y la cantidad del mismo. Si el sangrado es escaso, la paciente deberá guardar reposo, si el sangrado es continuo y abundante será necesario interrumpir el embarazo en ese momento.

Una buena noticia es que más del 90% de los casos de mujeres que sufren placenta previa llegan al término del embarazo sin mayor problema, según la experiencia del doctor Escobar, siempre y cuando sigan fielmente las indicaciones del médico.

Lo más importante cuando una mujer es diagnosticada con placenta previa es realizarse revisiones frecuentes por su doctor y estar atenta a cualquier sangrado, porque en ocasiones no se presenta la hemorragia clásica con sangre roja rutilante, sino que puede haber un flujo café escaso que puede ser una señal de un sangrado interno que no se está exteriorizando. También pueden presentarse contracciones uterinas no dolorosas que pueden ser una alerta importante que debe comunicarse al médico.

Otra recomendación es estar muy pendiente de los movimientos del bebé. En las mamás primerizas, el bebé se empieza a mover a partir de las 18 semanas, en tanto que en mujeres que han tenido más de un hijo, los movimientos se empiezan a percibir a partir de las 22 semanas.

Por otra parte, es recomendable (a criterio de tu doctor), practicarse un ultrasonido mensual para checar si hay cambios en la inserción de la placenta. Hay que monitorear constantemente si el bebé no tiene problemas de falta de oxigenación o de nutrición por causa de la placenta previa, en caso contrario el embarazo puede concluir de forma normal.

 

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¿Cómo afecta la placenta previa el nacimiento del bebé?

 

El médico tendrá que determinar una fecha para el nacimiento del bebé, una vez concluido el plazo de 38 semanas, periodo en el que el bebé ya está maduro, pues es muy peligroso llegar al trabajo de parto, porque puede generar el desprendimiento de la placenta y poner en grave peligro a la mamá y a su bebé.

El parto solo pude practicarse bajo monitoreo constante del doctor en el caso de placenta previa marginal o parcial, mientras que la cesárea es absolutamente necesaria para placenta previa total.

Si por alguna complicación derivada de la placenta previa, el embarazo se tiene que interrumpir antes de la semana 38, el doctor determinará el tratamiento a seguir tanto para el bebé, por no haber podido concluir su proceso de maduración, como para la mamá, en caso de ser necesario.

No existe ningún indicio de que la placenta previa puede causar algún daño al bebé si el embarazo llega a su término de manera normal. El daño para el bebé puede presentarse si antes de la conclusión del embarazo ocurre desprendimiento de la placenta y en consecuencia sangrado. El doctor Escobar explica que entre los daños que puede tener el bebé se encuentra el sufrimiento fetal crónico ocasionado por una mala oxigenación y nutrición del bebé en forma paulatina y, el sufrimiento fetal agudo, que a diferencia del primero se presenta de forma súbita.

Ahora ya conoces más acerca de las complicaciones y los riesgos de la placenta previa. Esto sin duda, te permitirá estar atenta a cualquiera de los síntomas que este padecimiento implica, sin embargo, lo más importante en caso de ser diagnosticada con placenta previa es que mantengas la calma, pues tu estado anímico es muy importante para salir adelante y terminar felizmente tu embarazo. Recuerda que la mayoría de las enfermedades se pueden desencadenar o exacerbar con el estrés. Confía en tu doctor, sigue sus indicaciones al pie de la letra y comunícale cualquier síntoma que te parezca anormal.

 

El doctor Víctor Manuel Escobar se puede contactar en los siguiente números telefónicos: 5572 5030 y 5562 7744.  Vía email en: victor-escobar@hotmail.com

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