Conoce a detalle el también llamado Síndrome del Nido
Este proceso, conocido como «nesting,» “anidación” o “preparación del nido,” ha sido descrito como un ritual que se lleva a cabo por las mujeres embarazadas y que consiste en liberar la casa, el «nido,» de cualquier cosa potencialmente peligrosa para el bienestar del crío que está a punto de llegar.
La mayoría de las mujeres que han estado embarazadas han sentido cómo el Síndrome de Preparación del Nido se apodera de su cuerpo. Esto puede ocurrir en cualquier momento durante el embarazo pero, por lo regular, ocurre entre el quinto y el noveno mes de gestación. De hecho, algunas mujeres saben que el momento de dar a luz se acerca cuando empiezan a actuar «como gallinas cluecas».
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Se trata de un instinto primario pero muchas mujeres pueden sentirse un poco raras (algunos piensan que “están medio locas”) cuando el síndrome se apodera de ellas.
Así como cada embarazo es único y diferente para cada mujer, la anidación varía de una mujer a otra; para algunas los síntomas son leves, mientras que otras pueden llegar a sentirse abrumadas por ellos y finalmente, otras no los experimentan del todo.
¿En qué consiste el Síndrome de Preparación del Nido?
El instinto de anidación es el nombre con el que se conoce la urgencia característica de las mujeres embarazadas para limpiar, arreglar y organizar todo en la casa.
Se presentan muchas conductas en preparación para la llegada del nuevo bebé. Lo más común es sentir una fuerte necesidad de limpiar y organizar la casa, no sólo preparar el cuarto del bebé, sino limpiar el piso y las paredes, pintar o reacomodar los muebles de toda la casa. Algunas mujeres también experimentan una fuerte necesidad de cocinar («para cuando llegue el bebé») o bien empacar y desempacar la pequeña maleta que llevarán al hospital. Otras más entran en una escalada de compras de cosas para el bebé (ropa, muebles, accesorios) o para ellas mismas.
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También la cantidad de conductas y el tiempo que dedican a ellas varía en cada mujer. En ocasiones las conductas pueden salirse de control, llevando al agotamiento. En este sentido, tal vez la recomendación más importante que podríamos dar a las mamás es tomar las cosas con calma y escuchar las señales de su cuerpo: si te sientes cansada, toma un momento para descansar, levanta tus piernas y bebe mucha agua. También recuerda que, si vas a utilizar limpiadores, pintura o artículos que liberan vapores, desde ventilar bien el área, usar guantes, una mascarilla para la cara y evitar sustancias tóxicas. ¡Lee las etiquetas!
¡Qué bueno que prepares tu nido, pero sé prudente!
Debes recordar no excederte cuando te estás acercando al momento del parto; recordar también que es importante guardar algo de energía para el proceso de alumbramiento. Tal vez la palabra más importante es moderación: recuerda dejar espacios para descansar, más aún en tus momentos de “ataques de limpieza,” que podrías alternar con “ataques de descanso.” Evita ponerte en situaciones peligrosas, como trepar a un banco o utilizar sustancias tóxicas.
El nesting tiene componentes biológicos y emocionales.
Factores biológicos
Se considera que las hembras están programadas para experimentar este instinto de preparación para asegurar que sus crías recibirán el cuidado adecuado después del nacimiento. De manera que, cuando una mujer tiene el cuarto del bebé listo, todo su ropa organizada y todas sus comidas bien planeadas, está asegurándose que el bebé tendrá las mejores oportunidades para crecer y desarrollarse después de su nacimiento.
¿El instinto “paternal” existe?
Aspectos emocionales
Los bebés merecen estar rodeados de una atmósfera limpia y sana; y eso es un trabajo de la mamá. Limpiar, organizar y prepararse son los elementos que entran en juego cuando una mujer embarazada experimenta el síndrome de anidación.
Por otro lado, el embarazo es un momento de cambios hormonales muy intensos y estos cambios pueden hacer que las mujeres actúen de formas extrañas. Durante el segundo trimestre del embarazo las hormonas se estabilizan y las mujeres experimentan un incremento en su nivel de energía que, aunado a la emoción que conlleva el nacimiento del bebé, anima a la mujer a comenzar a limpiar, organizarse y planear para la llegada del bebé.
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Además, las expectativas sociales también desempeñan un rol importante en este instinto. Los familiares esperan que los futuros padres hagan cosas especiales en preparación para la llegada del bebé, como decorar su cuarto, limpiar la casa y comprar ropa nueva.
Este síndrome es algo que debe ser enfrentado por las mujeres embarazadas y, con frecuencia, también por sus esposos, pero, como todo en la vida, puede verse como un momento interesante o como momento frustrante. La realidad es que, cuando llegas a casa con tu bebé en brazos, puede resultar más agradable llegar a un lugar cómodo y bien organizado.
¿Los futuros padres también? ¡Así es!
Yo comencé mi artículo mencionando que el Síndrome de Preparación del Nido puede resultar sorprendente para algunas mujeres. Permítanme terminar señalando un hecho más sorpresivo aún: algunos hombres presentan síntomas de embarazo cuando sus mujeres están embarazadas. Los especialistas han llamado a esta condición Síndrome de Couvade pero se conoce más comúnmente como embarazo por simpatía. En inglés se ha acuñado el término «pregmancies» para referirse al embarazo de los hombres (el término correcto «pregnancy» – embarazo – se modifica para contener la palabra «man» – hombre).
La manera en que hombres y mujeres responden ante un embarazo es diferente: mientras las mujeres están centradas en los cambios físicos, la salud y todo lo relacionado con la llegada de un pequeño ser, los hombres responden con la actuación de más relacionadas al dinero, la protección y la seguridad que ellos deben brindar a su familia.
Muchos hombres, muchos futuros padres, también sienten la necesidad de limpiar y organizar; muchos encuentran nuevos intereses, buscan otro trabajo, trabajan en su carro, en el arreglo del jardín o bien en todas aquellas cosas de la casa que necesitan composturas y que han ido posponiendo.
Estos síntomas de nesting en el hombre, que incluyen una necesidad de construir, proteger y apoyar a su familia, son conductas cuyos orígenes pueden ser trazados a la época en que el hombre debía cazar y buscar una cueva para proteger a su familia. Si bien es cierto que estas conductas ya no existen, pues ya no son necesarias, el instinto que les dio lugar sí permanece.
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¿Y qué pasa cuando una mujer no tiene ningún síntoma de anidación?
Es importante saber que algunas mujeres no lo experimentan del todo. Si tú estás en esa situación, no te preocupes. Eso no quiere decir que serás una mala madre o que no estarás lista para la llegada de tu crío. Los expertos han encontrado que estás tan bien preparada para recibir a tu bebé como las mujeres que sí lo han experimentado… excepto que tal vez necesitarás más energía después del trabajo de parto para cuando llegues a casa y debas limpiar, organizar y pintar, además de hacerte cargo de tu bebé.
¡Buena suerte y disfruten a sus bebitos!