¿No adivinas por qué las embarazadas necesitan más espacio personal?
Un estudio realizado en la Universidad Anglia Ruskin en el Reino Unido afirma que las embarazadas necesitan más espacio personal a partir del tercer trimestre. Por lo que, de alguna forma crean un escudo de protección para su vientre, de manera inconsciente para evitar que su embarazo esté en riesgo.
La autora del estudio, la profesora en psicología, Flavia Cardini, comentó que su objetivo era «definir los límites de lo que definimos como ‘espacio peripersonal’, el espacio que rodea al cuerpo, a lo largo del embarazo«.
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Para conocer los resultados, se le pidió a las mujeres embarazadas que asistieron al estudio, que se vendaran los ojos. Les pidió presionar el botón cuando identificaran contacto con su abdomen. A lo largo del experimento se dieron cuenta que las embarazadas necesitan más espacio personal porque a cierta distancia las mamás identificaban un sonido que les daba la impresión de que algo se acercaba hacia ellas.
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Además como parte del estudio, Cardini destacó que «en el segundo trimestre, cuando el cuerpo no ha cambiado mucho todavía, el espacio personal de las mujeres embarazadas no es diferente del de las mujeres no embarazadas»; sin embargo, en el segundo trimestre, cuando el cuerpo ya ha cambiado, alrededor del tercer trimestre, el llamado espacio peripersonal se expande y dura hasta los dos meses posteriores al parto, cuando regresa a su tamaño normal.
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Cabe mencionar que el hecho de que las embarazadas necesitan más espacio personal está respaldado por otros expertos como la ginecóloga Samira Tahtawi, del grupo de hospitales OB en WakeMed Cary, en Carolina del Norte, quien comentó que la protección que busca una mamá, es normal porque incluso lo hace el resto de los humanos cuando tienen una zona corporal qué proteger.
Por lo tanto, es bastante comprensible y válido que las mujeres que han llegado al tercer trimestre pidan y tomen precauciones para evitar accidentes o malestares que pueden afectar a su bebé. Ya que como lo menciona la especialista Tahtawi, «un resbalón y una caída a las 36 semanas conlleva más complicaciones que el mismo percance a las 18 semanas».
