¿Qué te espera en la semana 38 del embarazo?
All systems are GO! Tiene más movimientos respiratorios y el tono muscular se ha desarrollado gracias a tanta patada y tanta vuelta, aunque brazos y piernas siguen flexionados. La grasa subcutánea aumenta y la piel es lisa y suave. El lanugo y el vérnix caseoso, el material de textura parecida al queso que cubre su piel, continúan desapareciendo.
Debes estar atenta a cualquier señal que indique nacimiento:
• Contracciones regulares cada 5 o 10 minutos que van aumentando de intensidad a medida que pasa el tiempo
• Pérdidas de líquido amniótico
• Sangrado similar a una menstruación
• Disminución de movimientos fetales
Es perfectamente normal que tú te sientas un poco ansiosa y que observes cada sensación de tu cuerpo con ganas de que sea una señal de que el parto empieza… calma. Los bebés sanos tienen su propia agenda y nacen cuando están listos, no cuando mamá quiere. No te desesperes, falta muy poco.
En esta semana vas a tener más flujo vaginal y tal vez salga el tapón de moco, que ha estado sellando la entrada a tu cuello uterino, es una señal de que empezó tu dilatación. Algunas mujeres dilatan dos o tres centímetros días o semanas antes de que empiece la labor de parto.
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Adelántate a las circunstancias y prepara comida para cuando regreses del hospital. Ya debes tener organizado quién cuidará a tu mascota, quién te acompañará al parto y qué vas a llevar. Es momento que todo esté listo y tu relajada, disfrutando estos últimos días de tener a tu bebé en tu vientre y tu vida en orden.
Estamos esperando pacientemente, o no, las señales de parto para darle La Bienvenida a tu bebé. En cualquier momento, nacerá. Ya está listo: su piel es lisa, su peso ideal para nacer y mide lo que medirá cuando nazca. Sus pulmones tienen suficiente madurez y no se van a colapsar después de inhalar su primer bocanada de aire. Tu bebé es del tamaño de una sandía y tu panza lo confirma. Ten paciencia, los bebés sanos nacen cuando están listo y como ya sabes, todavía es un misterio saber exactamente qué desencadena la labor de parto. Camina, gatea, estimula tus pezones y haz el amor, tal vez con eso le avisas que ya es hora de nacer.
En cuanto a la lactancia hay una gran cantidad de información a tu disposición y si puedes y quieres, es claro que es la mejor opción nutricional para tu bebé, además de todos los beneficios neurológicos, emocionales y sicológicos que ofrece para él y para ti. La decisión es completamente tuya y nadie puede decirte que estás bien o mal por hacerlo o no.
¿Te imaginas qué verías y sentirías si de repente aterrizaras en Júpiter? Algo así le ha de pasar a tu bebé cuando nace y está en un mundo completamente diferente al que conocía dentro de ti.
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