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La semana 1 de embarazo

Descubre lo maravilloso que es tu cuerpo y cuáles son los cambios por los que atraviesa durante la semana 1 de embarazo.

El principio de esta historia se da en un lugar pequeño, tibio, oscuro y húmedo. En un saquito de no más de 36 milímetros, dentro del ovario, un óvulo está madurando. Cuando está listo, brota y empieza una travesía que lo llevará al encuentro de otro viajero, que ha tenido que superar sus propios obstáculos en un camino que muchos emprenden y sólo uno completa. Te contamos qué pasa durante la semana 1 de embarazo.

¿Qué sucede en tu cuerpo la semana 1 de embarazo?

La fecundación

No sabemos a ciencia cierta cuánto tiempo tardan los espermatozoides en nadar desde la vagina, a través del cérvix hasta el útero y de ahí a la trompa de Falopio, donde se encuentra con el óvulo. Sabemos que su velocidad de nado es, en promedio, de 5 milímetros por minuto, y que algunos llegan al cérvix menos de 10 minutos después de la eyaculación. Nadar dentro del cuerpo de la mujer es como cruzar un campo minado que va eliminando a los miembros más débiles del batallón. De los 250 millones de espermas que contiene una eyaculación, alrededor de 400 completan este viaje, y nada más uno podrá entrar al óvulo.

Es entonces que los 23 cromosomas del óvulo se fusionan con los 23 cromosomas del espermatozoide y durante las siguientes 30 horas, se crea algo completamente nuevo y apenas vamos en la semana 1 de embarazo.

Es una célula que tiene 46 cromosomas con la información genética de mamá y papá. Esta combinación no ha sucedido nunca antes desde que los seres humanos existen y no se repetirá exactamente igual ni entre hermanos. De este código, nacerá una persona. Así, en la tibieza y la oscuridad, sin que nadie lo sepa aún, sucede la cadena de eventos y circunstancias que crean la posibilidad de un nuevo bebé.

Durante la fertilización y las primeras divisiones celulares, el embrión es muy sensible a las señales del ambiente en que se implantó. El líquido que lo rodea varía, de acuerdo a la alimentación de mamá, a su metabolismo y la inflamación de su organismo. Es un microcosmos que refleja el mundo en el que vive mamá, y al reaccionar a la información del mundo exterior que está en este líquido, el embrión puede modular su metabolismo, qué genes se expresan y la velocidad de división celular.

Desde la semana 1 de embarazo, el embrión y el cuerpo de mamá colaboran para que el bebé se adapte al ambiente en el que va a vivir. Las investigaciones indican que la salud de mamá y papá antes de la concepción es clave para que un bebé nazca con la mayor ventaja posible.



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Lo que comes, incluso antes de embarazarte, es capaz de influir por décadas en la salud de tu futuro hijo. Si el estado nutricional de mamá es ideal cuando se realiza la concepción, puede resetear la información epigenética del embrión durante sus primeros días de vida.

Si estás pensando en embarazarte, empieza con el pie derecho. Si ya lo estás, es el momento ideal para revisar tu alimentación, tus pensamientos y tus emociones. Mientras mejor estés, y mientras mejor esté el padre biológico, más oportunidades tendrá tu hijo. Es un tema de calidad celular, de la materia prima.

La importancia de la alimentación en la semana 1 de embarazo

Lo primero es lograr llevar una dieta equilibrada en proteínas, grasas buenas, antioxidantes y carbohidratos básicos. Las grasas saludables y el colesterol son vitales para que tu cuerpo absorba los nutrientes y produzca hormonas. Por más extraño que te parezca, la salud de los óvulos y el esperma depende, en gran parte, de alimentos como el pescado azul, el aguacate, aceite de coco, frutos secos, las semillas y los huevos y lácteos de origen orgánico.

Hay una molécula que es una pieza clave para el desarrollo de tu hijo. Es el ácido fólico, también conocido como vitamina B9 o folato. Cuando se une a las vitaminas B12 y C, provoca una serie de reacciones que ayudan al organismo a descomponer, crear y utilizar células nuevas, como proteínas y hemoglobina. También interviene con la producción del ADN, donde se encuentra toda la información genética el cuerpo humano.

Si el cuerpo de mamá no tiene suficiente ácido fólico durante la semana 1 de embarazo, el bebé puede nacer con labio leporino, fisura del paladar, defectos en el corazón o en el tubo neural, la parte del embrión a partir de la cual se desarrollan la columna y el cerebro.

Los alimentos que contienen ácido fólico son vegetales de hojas verdes como las espinacas, col rizada, espárragos, brócoli; lentejas; frutas cítricas o aguacate; chícharos; nueces, panes o cereales integrales.

La importancia de la alimentación del hombre

Y papá también tiene que cuidar lo que come. En hombres con sobrepeso, bajar algunos kilos aumentó significativamente la cantidad y la salud de su esperma. El mismo beneficio se obtiene de practicar ejercicio, sobre todo pesas y actividades al aire libre. Las vitaminas D, C, E y la coenzima Q10 mejoran la salud del esperma. Un estudio publicado en el Journal of the American Urology Association, menciona que tomar mil miligramos de vitamina C cada día puede ayudar a mejorar la concentración y mobilidad del esperma.

Si piensas hacer una largo viaje en carretera, lo primero que haces es revisar que tu auto esté en las mejores condiciones para llevarte. Visitas al mecánico y buscas la gasolina y los aditivos ideales para que el motor funcione de maravilla. Antes de concebir, es ideal hacer lo mismo con tu organismo. Incluso si el embarazo te tomó por sorpresa, ir al médico te dará calma para saber que todo está en orden y que tienes claro qué hacer durante los siguientes meses.

Considera las siguientes recomendaciones para tu primer cita con tu doctor o cuidador prenatal. Mucha suerte en tu primera semana de embarazo.

Haz una lista de todas las medicinas, vitaminas y suplementos que consumes, que indique las cantidades y la frecuencia. Las megadosis de ciertas vitaminas, como la A, pueden dañar el desarrollo de tu bebé.

Antes de embarazarte, revisa tu inmunidad a la rubéola, hepatitis B y la varicela. Incluso si ya estás embarazada, actualiza tus vacunas de tétanos e influenza estacional.

La epigenética apenas empieza a descubrir cómo la alimentación y el estado de salud de mamá en los días previos a la concepción son clave para modificar la información genética del nuevo ser humano. Tus hábitos son la mejor inversión que puedes hacer por el futuro de tu hijo: escoge en conciencia tu comida, tu actividad física, tu descanso y tus batallas.

Lo más grande en la vida casi siempre empieza en un instante que es casi imperceptible. Así sucede el embarazo. Es difícil para la mente detectar el momento justo de la concepción. Pero el cuerpo lo sabe, y sabe qué hacer, para que, de la fusión de dos células, en el silencio y la humedad, brote una vida con todas las posibilidades.

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