El crecimiento se debe a las hormonas que se secretan durante la gestación y es una señal positiva de que los senos se están preparando para la lactancia. La hormona progesterona incrementa el tamaño de los alvéolos, las unidades productoras de leche. Los lóbulos, que son secciones de alvéolos y conductos, permiten que la leche fluya desde los alvéolos -donde se produce- hacia las aberturas del pezón.
La leche pasa del alvéolo al conducto y atraviesa por conductos cada vez más grandes hasta una pequeña bolsa justo bajo la areola, llamado seno lactífero. La hormona llamada estrógeno promueve el crecimiento y la ramificación de este sistema de ductos. La prolactina y otras hormonas también contribuyen el crecimiento de los senos durante el embarazo y a la preparación para la lactancia.
La areola, esa zona de piel más oscura que se encuentra alrededor de tu pezón, aumentará de diámetro y su color será más oscuro. Se cree que este oscurecimiento sirve para que el recién nacido localice el pezón. Las glándulas de Montgomery (pequeñas protuberancias que tiene la areola), también crecen durante el embarazo y su función es secretar una sustancia que lubrica y ayuda a proteger a las areolas contra las infecciones. Se debe evitar usar jabón o realizar cualquier preparación o «fortalecimiento» de los pezones, ya que esto puede interferir con la eficiencia de las glándulas de Montgomery, además de no reducir el dolor de los pezones, como se creía antes.
Las primeras gotas de calostro aparecen durante el tercer mes de la gestación son la primera leche, un líquido amarillento, nutritivo y espeso rico en componentes inmunes que el seno producirá para los primeros días del bebé. Alrededor de la semana 16, en el segundo trimestre, comenzarás a producir verdadero calostro. Algunas mujeres pueden notar un ligero escurrimiento de calostro de sus pezones y, en ocasiones, un poco de sangre. Esta no debe ser motivo de preocupación: la sangre viene de adentro de tu pecho y se debe al aumento y crecimiento rápido de vasos sanguíneos del sistema de ductos, que también está en franco crecimiento. También puede suceder que el pezón se pegue al sostén debido al calostro y al retirar la prenda se arranque un poco de piel, lo cual provoca el sangrado.
En el último trimestre, los pechos siguen creciendo debido al agrandamiento de las células productoras de leche y a la distensión ocasionada por el calostro. Si un bebé nace prematuramente la leche de su mamá es diferente a la de la mamá de un bebé que llegó a término. En cierta forma, la composición de la leche de la mamá del bebé prematuro es más adecuada a las necesidades del cuerpo inmaduro de su hijo.
Libro 90 respuestas claras para mamás novatas.