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¿Qué cambios presenta el corazón durante el embarazo?

En ocasiones, cuando hay una notoria elevación en la presión sanguínea de una mujer embarazada puede ser un signo de preeclampsia.

Las necesidades del feto en crecimiento significan una carga adicional para el corazón de la madre. El trabajo que éste último realiza se mide por la cantidad de sangre que expulsa por minuto, dicha cantidad aumenta con rapidez entre las semanas 9 y 14 de gestación y, entre la 28 y la 30 semana. Cuando la carga es máxima, el corazón de la futura mamá está haciendo entre 25% y 30% más trabajo del que hacía antes del embarazo. A medida que se acerca el parto, la carga de trabajo del corazón disminuye hasta cierto punto, y cuando el niño nace, la carga es aproximadamente igual a la normal.

La posición del corazón cambia en mayor o menor grado durante la gestación. A medida que se agranda el útero, el diafragma se eleva empujando el corazón hacia arriba, a la izquierda y un poco hacia delante, de manera que se encuentra más cerca de la pared del pecho y debajo del seno. Al final del embarazo, el útero puede elevar al corazón de manera que se encuentra casi en ángulo recto con respecto al eje vertical del cuerpo de la mujer.

Estos cambios, que también traen consigo cierta rotación del corazón, varían considerablemente de una persona a otra. A pesar del aumento en la carga, un corazón sano crece poco o no crece durante el periodo intermedio del embarazo, que es cuando el trabajo es mayor.

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Los cambios en la posición del corazón, el mayor trabajo, el aumento en el volumen de sangre que expulsa este órgano por latido, la disminución en la viscosidad de la sangre y el incremento en volumen sanguíneo que llevan los vasos de la madre, pueden provocar, en muchas mujeres, alguna distorsión de los sonidos que escucha el médico al examinarlas con un estetoscopio. Asimismo, el embarazo suele producir cambios menores en el electrocardiograma, pero todo esto se encuentra dentro de los límites normales.

El embarazo normal no hace que aumente la presión sanguínea de la mamá, por el contrario, es común que se dé una ligera disminución de ésta en el curso de la gestación. Cuando hay una elevación notoria en la presión sanguínea de una mujer embarazada, su médico debe estar alerta, ya que, si sigue elevándose, podría ser un signo de preeclampsia, un serio problema del embarazo.



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El pulso se acelera ligeramente durante el embarazo, reflejando la aceleración del corazón que es necesaria para mover el mayor volumen de sangre presente. La temperatura de la piel se eleva debido a que se acelera la velocidad a la que se mueve la sangre a través de los millares de pequeños vasos sanguíneos que la irrigan. En consecuencia, aumenta la sudoración y se enrojecen las palmas de las manos.

Además de los cambios en el corazón, son notables los cambios circulatorios en las piernas, en las cuales disminuye el flujo sanguíneo. Esto hace que aumente la presión en las venas y que la sangre se acumule en ellas. Se cree que dichos cambios, que progresan durante la gestación y desaparecen después del parto, se deben a la presión que ejerce el útero en los grandes vasos de la pelvis.

También se piensa que son producto, en parte, del marcado aumento en las cantidades de estrógeno y progesterona que circulan en la sangre. El aumento en la presión y la disminución del flujo venoso, además del estancamiento de la sangre en las venas, son las causas principales de la hinchazón en las piernas y de la formación de várices en las pantorrillas, comunes al final del embarazo.

Los vasos linfáticos de la pelvis se agrandan como respuesta al aumento en el líquido de los tejidos de los órganos. A medida que crece el útero, su presión sobre estos conductos incrementa, provocando que el drenaje linfático sea deficiente y que los pies y piernas de la embarazada se hinchen y distiendan. Aunque cierto grado de hinchazón es normal, la inflamación repentina o excesiva de pies y piernas cerca del final del embarazo puede ser síntoma de preeclampsia y en caso de inflamación general (en manos, cara, etc.) es necesario recurrir al médico de inmediato.

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