¿Por qué suceden?
Son causados por los cambios hormonales propios del embarazo y se experimentan generalmente durante el primer trimestre. En algunos casos también se relacionan con una dieta deficiente o con exponerte a recurrentes situaciones de estrés.
Otra posible causa es que en esta etapa el cuerpo pasa por alteraciones continuas como el descenso de la cantidad de glucosa en la sangre y para compensarlo, tu organismo manifiesta una necesidad de comer alimentos dulces. En el caso de que experimentes una disminución del ácido clorhídrico, preferirás comidas ácidas como los jitomates o ensaladas con picante.
Desde el punto de vista psicológico, los antojos pueden relacionarse con ansiedad y también como una manera de expresar tus carencias afectivas.
Lo que comúnmente se apetece durante el embarazo son las cosas dulces, los productos lácteos, las frutas ácidas o amargas y la comida muy condimentada, mientras que la carne es uno de los alimentos que menos se antoja. Algunos tienen una explicación nutritiva: el deseo de comida salada (como los escabeches y adobos) puede indicar la necesidad de sodio en tu cuerpo.
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Existe otro tipo de antojo: se llama «pica» y no está relacionado con comida, sino con ansiedad o ganas de morder o masticar polvo y hasta hielo. Se ha tratado de entender qué lo genera y se le ha atribuido a la falta de hierro o calcio en el cuerpo de la embarazada, pero aún no hay una razón científica que lo explique. En el caso del hielo, la «pica» sí implica un serio problema para los dientes ya que puedes llegarte a romper uno. Los antojos -como tales- no son un problema, lo son si por saciarlos dejas de comer alimentos nutritivos.
Creencia popular
Muchas personas dicen que si no se satisfacen inmediatamente, el bebé nacerá con una mancha en la piel con la forma de la comida ¡Falso! Las marcas de nacimiento son angiomas o pequeñas transformaciones de la sangre que fluye por la zona superficial de la dermis, son benignas y su color oscuro se lo deben a que están llenas de melanina.
¿Cómo resolverlos?
Sácialos con moderación o de lo contrario ganarás más peso del recomendado. Sobre todo mídete con los carbohidratos y las azúcares. Es importante que comas sanamente e intentes balancear tus antojos con los alimentos que tu cuerpo requiere durante el embarazo. Por ejemplo, si se te antoja el limón, en lugar de tomarlo en una limonada con azúcar, mejor exprímelo en un filete de pescado; y si tienes mucho deseo por un helado, lo mejor será que congeles yoghurt, que además, te suministra calcio.
Si padeces de náuseas, házles caso. Algunas mujeres comen cereales secos o galletas antes de levantarse de la cama y otras encuentran que chupar un poco de limón o hielo les ayuda a disminuirlas.
¡Evítalos por completo! No importa cuánto se te antojen: