Las contracciones leves del preparto a veces se confunden con falsas alarmas, y si esperas demasiado para ir al hospital, podrías sentirte abrumada cuando el parto activo comienza de golpe. Además, no reconocer estas etapas puede hacer que vivas el nacimiento con más estrés del necesario.
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Conocer las diferencias entre preparto y parto activo te ayuda a actuar a tiempo y con calma.
Señales del preparto
En el preparto, tus contracciones suelen ser irregulares, suaves y espaciadas. Tu cuello uterino empieza a dilatarse lentamente, normalmente hasta 3 o 4 centímetros. También puedes notar calambres, cansancio y secreciones vaginales diferentes. Esta fase puede durar horas o incluso días, y lo importante es descansar, hidratarte y estar atenta a cualquier cambio.
Señales del parto activo
El parto activo se distingue por contracciones fuertes, regulares y frecuentes, que duran entre 45 y 60 segundos. La dilatación avanza rápidamente, entre 4 y 10 centímetros. Es común sentir presión en la pelvis y ganas de empujar. Durante esta etapa, tu cuerpo libera hormonas que facilitan el nacimiento y aumentan tus emociones, desde miedo hasta entusiasmo.


Aprende las diferencias
La clave está en la intensidad y frecuencia de las contracciones y en la dilatación del cuello uterino. Mientras que el preparto es gradual y leve, el parto activo es intenso y constante, indicando que el bebé está por llegar.