W-plastía la cirugía contra la cicatriz de la cesárea
Si la cicatriz que te dejó la cesárea (o cesáreas) te cambió la vida y ya no puedes usar un bikini o vestirte con camisetas y blusas cortas, o pantalones de corte a la cadera, además tienes comezón, o está muy tensa y elevada tu piel, tal vez valga la pena hacerte una corrección llamada W plastía.
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Cuando la piel responde exageradamente
“Algunas personas tienen una cicatrización muy buena y casi no se les nota la marca del corte, sin embargo, hay otras que desarrollan un crecimiento desmedido del tejido cicatrical y ya no queda una línea, sino un borde irregular con coloración roja, rosada o morada”, explica el cirujano dermatólogo, Julio Enriquez Merino, jefe del Servicio de Cirugía del Centro Dermatológico “Dr. Ladislao de la Pascua”.
¿A qué se debe? Cada persona reacciona diferente a los proceso de cicatrización y cuando se hace la cesárea, algunas mujeres presentan una marca denominada queloide que no solo es de un color diferente de la piel, sino que también está más elevada, genera comezón y entre más te rasques más grande se hará.
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Forma de gusano
La cicatriz queloide parece un gusano y la mayoría de las veces es mucho más grande que el corte que la originó. “Algunas familias tienen este tipo de cicatrización, es una herencia genética, pero también tiene que ver el estado de nutrición, los cuidados que se el hagan a la piel, así como también la técnica y la sutura que utilizó el cirujano para hacer el corte y cierre de la cesárea”, afirma el entrevistado.
Aunado a ello, México tiene una de las tasas más altas de cesáreas en el mundo: 37.8% de embarazos se resuelven con este procedimiento. Ecuador y Paraguay, encabezan los primeros lugares con 40% de cesáreas; sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que sólo del 10 al 15% de los partos lleguen a término por este proceso
La W-plastía te ayuda a mejorar tu autoestima
“Después de una cesárea, la mujer no puede estar sin moverse aunque el ginecólogo se lo recomiende. Puesto que ella tiene necesidad de caminar, pararse, levantarse de la cama, del sillón, de donde sea y también carga al recién nacido, todos esos movimientos, giros y fuerza en el abdomen, generan que la cicatriz de la cesárea pueda modificarse”, lamenta Enriquez Merino.
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También ocurre que la mujer tiene una primera gran cicatrización, pero en la segunda o tercera cesárea genera una de tipo queloide. “No sabemos quién presentará o no una lesión de estas, pero en lo que sí tenemos certeza es que la W-plastía ayuda reducir la marca”, reconoce el entrevistado, quien indica que desde hace 30 años se comenzó a hacer popular este tipo de cirugías.
¿En qué consiste?
La W-plastía consiste en remover la cicatriz tipo queloide, luego se corta dibujando una una serie de W´s sobre la piel y se cierra con un tipo de sutura que permite a la piel generar la suficiente tensión para que cierre pero sin dañar la piel. Después de una semana o 10 días tras la cirugía, se quitan los puntos y se comienzan a colocar cremas especiales para que la piel esté humectada.
“Después de tres meses, la mujer verá un cambio muy notorio en su vientre y podrá utilizar la ropa que ella elija”, dice Enriquez Merino, quien dice que sería adecuado que el cirujano obstetra, que hace el primer corte de la cesárea aprendiera esta técnica de W´s para darle a la mujer una oportunidad de cicatrización sana, puesto que no es lo mismo hacer un tipo de zigzag que tensionar la piel con una línea recta.