Las mujeres que la sufren tienen periodos muy dolorosos con sangrado abundante y, frecuentemente, padecen infertilidad. Sin embargo, los datos existentes sobre endometriosis y fertilidad son confusos: mientras que algunas mujeres con endometriosis muy severa no presentan infertilidad, otras con una endometriosis regular pueden ser completamente infértiles.
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La fertilidad depende del grado y localización de los implantes, pero la extirpación quirúrgica de este tejido -por sí misma- puede causar adhesiones y tejido cicatrizal, lo que también es posible que lleve a la infertilidad; de modo que la cirugía no siempre es el mejor tratamiento para la endometriosis. Por ello, la terapia se determina por laparoscopia, que es menos invasiva que la cirugía mayor.
Sólo cuando las adhesiones son muy significativas, la intervención quirúrgica es necesaria, de otro modo, lo mejor es el tratamiento hormonal que comprende el uso de píldoras, las cuales se administran por un periodo de seis meses a un año; tiempo durante el cual una mujer no puede embarazarse.
Debido a que los implantes continúan creciendo a menos que se supriman, es importante que el tratamiento sea muy consistente y cuidadoso.
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