De hecho, se ha visto que ciertas ocupaciones causan subfertilidad, como aquellas en que los trabajadores deben exponerse al calor radiante. Las vibraciones excesivas parecen tener el mismo efecto, así como el uso de ropa interior ajustada. Para un hombre que está tratando de engendrar, es recomendable que se aparte de actividades en las que se expone a fuentes de calor.
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De acuerdo con un estudio llevado a cabo en la ciudad de Nueva Orleans, durante el verano significativamente los hombres producen menor cantidad de espermatozoides, así como menos cantidad de espermatozoides móviles por eyaculación, en comparación con las muestras recabadas en otras épocas del año. Sin embargo, el deterioro sustancial de la calidad del semen durante el verano ocurrió sólo entre hombres cuyos lugares de trabajo probablemente no contaban con sistemas de aire acondicionado.
Además, de acuerdo con el descenso en el número de nacimientos durante la primavera en climas cálidos en todo el mundo, los efectos negativos del calor de verano sobre la producción de espermatozoides pueden reducir la fertilidad masculina y el conteo de espermatozoides, al menos parcialmente. Después de exponerse al calor, el esperma se recobra fácilmente y los niveles de conteo de espermatozoides vuelven a la normalidad aproximadamente una semana después.
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