Por Efrén Méndez, ginecólogo
Existen un sinnúmero de recomendaciones mediante las cuales es posible aclarar dudas en torno a contenidos y alcances operativos de los centros de salud que prestan el servicio de fecundación in vitro (IVF-GIFT), llamada también reproducción asistida (ART).
Resulta prioritario evaluar los antecedentes éticos del establecimiento, en el sentido de que el trabajo en laboratorio y el manejo de material humano se realicen de acuerdo con la reglamentación oficial respectiva, así como que tenga a disposición la información estadística correspondiente.
Es recomendable que el profesional encargado de dirigir el tratamiento tenga una importante experiencia en el manejo de técnicas reproductivas, ovulación inducida y control de ciclos menstruales; tendrán que ser obstetras y ginecólogos con especialidad en endocrinología reproductiva e infertilidad, y con un perfecto conocimiento de monitoreo ultrasónico y aspiración y transferencia de óvulos. Asimismo, resulta recomendable que dicho personal posea experiencia en cirugía de reparación pélvica, técnicas de laparoscopia y de extracción de ovocitos, sonografía y ultrasonido.
Como complemento del factor humano, es necesario considerar, por los delicados procedimientos de preparación y manipulación que en estos establecimientos se realizan, los aspectos cualitativos de los laboratorios en general; entiéndase como tales el de embriones, el de ovocitos, el de esperma y de procedimiento, que deben encontrarse en áreas cercanas. Obviamente, estas plazas requieren personal altamente capacitado en criopreservación, cultivo de tejidos y técnicas microoperativas, y los encargados, químicos, físicos y biólogos, con subespecialización en embriología, deben tener experiencia oficialmente reconocida en fecundación in vitro.
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