- Colesterol HDL o lipoproteína de alta densidad: es el “colesterol bueno”, te ayuda a recoger el colesterol malo y enviarlo al hígado, donde es procesado y eliminado.
- Colesterol LDL o lipoproteína de baja densidad: forma placas de grasa duras que pueden desprenderse y obstruir alguna arteria del corazón o el cerebro.
- Triglicéridos: son un tipo de grasa (lípido) que se usa para obtener energía. Son la grasa más común en el cuerpo y se forman a partir de las calorías de los alimentos.
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Durante el embarazo, especialmente en el primer y segundo trimestre, aumentan de forma natural los niveles de colesterol y triglicéridos porque:
- Tu cuerpo necesita más energía para el crecimiento fetal.
- Generas más hormonas esteroideas (como el estrógeno y la progesterona), las cuales son derivadas del colesterol.
- Almacenas reservas energéticas para el momento del parto y la lactancia.
Si bien estos incrementos en los niveles de lípidos son fisiológicos, siempre debes mantenerlos dentro de rangos seguros. Por ello, es importante que conozcas cuánto colesterol y otras grasas tienes.
Perfil de lípidos en el embarazo: ¿cuándo hacerlo?
“Es importante realizarse un perfil de lípidos antes del embarazo, especialmente si tienes factores de riesgo como obesidad, edad materna mayor, historia familiar de infartos o males genéticos que conduzcan al incremento del colesterol, como la hipercolesterolemia familiar”, explica el endocrinólogo Daniel Elías López, investigador clínico en el Departamento de Endocrinología y Metabolismo de Lípidos del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”.
¿Es posible tener un infarto durante el parto?
De acuerdo con el experto: “Tanto los infartos como los accidentes cerebrovasculares no ocurren de un momento a otro, sino que deben pasar muchos años e incluso décadas de elevación sostenida de las grasas para que haya daño”, advierte Daniel Elías López, entrevistado en exclusiva para bbmundo.
Por ello, “si una mujer tiene alto el colesterol y otras grasas desde la juventud y llega a los 35, 38 o 40 años con un primer embarazo, es importante que se revise su perfil de lípidos”.
¿Cuáles son los riesgos de no hacerte el perfil de lípidos?
Si tienes un perfil de lípidos alterado durante el embarazo y no lo sabes, estás en riesgo de desarrollar una o varias complicaciones obstétricas. Entre las más comunes están:
- Preeclampsia y eclampsia: los niveles altos de triglicéridos y LDL se relacionan con daño endotelial y aumento del riesgo de hipertensión gestacional.
- Diabetes gestacional: los lípidos elevados pueden reflejar resistencia a la insulina.
- Parto prematuro y restricción del crecimiento intrauterino: los desequilibrios lipídicos afectan la función placentaria.
- Pancreatitis aguda: puede aparecer si los triglicéridos son extremadamente altos.
Valores de referencia
1. Triglicéridos
- Normal: menos de 150 mg/dL
- Límite alto: entre 150 y 199 mg/dL
- Alto: entre 200 y 499 mg/dL
- Muy alto: más de 500 mg/dL
2. Colesterol total: menos de 200 mg/dL
3. Colesterol HDL (“bueno”): siempre debe ser mayor que el colesterol LDL (“malo”).
