Este tipo de embarazo se presenta en aproximadamente 8% a 9% de las mujeres embarazadas. Es importante que se diagnostique lo más pronto posible, ya que de ello depende el manejo y, por consiguiente, el tratamiento y la buena resolución del embarazo.
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El embarazo múltiple se puede presentar de forma natural o puede darse por estimulación ovárica en mujeres con problemas de esterilidad y que son tratadas con medicamentos especiales.
En este caso se recomienda hacer el diagnóstico temprano por medio del ultrasonido, para poder dar el seguimiento necesario a este tipo de embarazo.
Una vez hecho el diagnóstico, lo que sigue es tener un buen control prenatal cada mes, para revisar de manera constante el peso y la presión de la mamá, así como el desarrollo del bebé, a pesar de que se solicitan los mismos exámenes que se solicita a una mujer con un solo feto.
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Las complicaciones más frecuentes en el embarazo múltiple son:
- Amenaza de aborto
- Abortos
- Amenaza de parto pre-término
- Bebés prematuros
- Pre-eclampsia
- Eclampsia
- Ruptura de “la fuente”
Se debe llevar un estricto control del peso y la presión, ya que son las dos causas más frecuentes de que el embarazo múltiple se complique.
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Por lo anterior, los embarazos múltiples (en el caso de gemelar) requieren casi los mismos cuidados que el embarazo único, a excepción del peso, la presión y que se deben de madurar los pulmones de los bebés a partir de la semana 29 de la gestación (tu médico indicará los medicamentos vía intramuscular que ayudarán a fortalecer los pulmones de los bebés, en caso de que se adelantara el nacimiento).
En cambio los embarazos de más de dos fetos necesitan de un seguimiento especial, ya que en estos embarazos hay que tener mucho reposo, cerrar el cuello de la matriz a los 3 meses y seguir la evolución del embarazo más estrictamente.