El oligohidramnios también se ha asociado con restricción del crecimiento intrauterino y puede detectarse mediante un ultrasonido antes de que el bebé presente problemas de crecimiento. En ocasiones, cuando existe escasez duradera del líquido, la inhibición del movimiento fetal también puede causar defectos en sus extremidades.
En caso de haberse presentado por primera vez esta condición, si se trata de un factor aislado no asociado con problemas de cromosomas, la condición no se repetirá necesariamente en un futuro embarazo. Así que ninguna mujer cuyo embarazo fuera interrumpido por esta causa debe estar preocupada porque esta condición se repita. Además, técnicas como la radiología o el ultrasonido podrían determinar a tiempo las dificultades que pudieran presentarse.