“Se hace a base de leche fermentada con bacterias benéficas para la salud (lactobacillus principalmente), luego se cuela para retirar parte del suero de la leche (el líquido que contiene la lactosa y el agua), esta acción además le quita lo agrio y también reduce la cantidad de carbohidratos pero sí concentra más proteínas”, indica Valeria Rubio, entrevistada en exclusiva para bbmundo.
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Yogurt griego ideal en el embarazo
El embarazo es una etapa con cambios físicos importantes, por tanto, es necesario obtener los requerimientos nutricionales del bebé, para que tenga un adecuado crecimiento y desarrollo, pero también atender las demandas de nutrientes de la madre a fin de no sacrificar su salud.
Por ello, “el yogurt griego aporta proteína de alto valor biológico debido a que contiene todos los aminoácidos esenciales, así como biopéptidos o activos que mejoran el sistema inmune, además de un tipo de calcio (de mejor absorción) que fortalecen huesos y dientes, y probióticos los cuales mejoran la digestión, la absorción de nutrientes y la función cerebral”, destaca la experta.
Por tanto si estás embarazada e incluyes entre dos y tres porciones de yogurt griego al día, junto con una dieta equilibrada, tendrás los siguientes beneficios:


- Recuperas la energía que demanda la gestación.
- Mantienes tu masa muscular.
- Proteges tus huesos de la descalcificación.
- Reduces tu riesgo de pérdida de masa ósea y muscular.
- Mejoras tu estado de ánimo y tu salud mental.
- Ayudas a tu digestión al evitar el estreñimiento tan común en el embarazo
- Reduces los antojos y el riesgo de padecer sobrepeso.
Estos son los beneficios del yogurt griego en el bebé en formación:
- Potencia el crecimiento del músculo, huesos, dientes y otros tejidos.
- Contribuye a la mineralización de los huesos.
- Ayuda a la adecuada formación del cerebro, los ojos y el sistema nervioso.
- Mejora el sistema inmune.
- Favorece la maduración del sistema nervioso.
- Reduce la posibilidad de tener bajo peso al nacer.
Y es que el desarrollo del esqueleto fetal depende de un aporte suficiente de calcio, fósforo y proteínas durante el embarazo. Por eso te compartimos tres recetas para que integres este alimento en tu dieta diaria.
Recuerda que “la nutrición y la actividad física son dos pilares que acompañan a la mamá y bebé en cada etapa. Por tanto, come de forma equilibrada, incluye todos los grupos de alimentos en las proporciones adaptadas a ti. Estas acciones no solo favorecen un embarazo y lactancia saludables, sino que también siembra las bases de bienestar integral para toda la vida”, indica Valeria Rubio.