En Pensilvania, la policía detuvo a dos padres que mantenían a sus cinco hijos, de entre 5 y 14 años, encerrados en una habitación con condiciones deplorables. Describieron el lugar como un cuarto “sin camas, con ventanas tapiadas, restos fecales en las paredes, pulgas y con vestimenta y alimentos limitados”.
Los menores vivían una rutina completamente restringida. Según los oficiales, el padre bloqueaba la puerta desde fuera, manteniéndolos dentro durante la mayor parte del día y toda la noche. Incluso había tres cerraduras con llave y videocámaras conectadas a la habitación del padre para vigilarlos.
Intervención de las autoridades
Las autoridades llegaron a la vivienda en Fairbank, condado de Fayette, tras recibir una queja sobre el estado de los niños. Una vez con orden de allanamiento, ingresaron a la residencia y arrestaron a James Russell Kahl y Carly Kahl por poner en peligro el bienestar de sus hijos.
En el lugar, la policía también encontró un arma aturdidora, una réplica de pistola y drogas, lo que complicó aún más la situación legal de los padres.
Los padres mantenían a sus cinco hijos —una niña y cuatro niños de 14, 13, 10, 9 y 5 años— en un cuarto que funcionaba prácticamente como un calabozo. No les proporcionaban camas, la habitación estaba tapiada, las paredes tenían restos fecales y el lugar estaba infestado de pulgas. Además, les daban muy poca ropa y alimentos, lo que refleja un grave caso de negligencia y abuso.
Los oficiales señalaron que la vigilancia constante con videocámaras y el control de la puerta indicaban un patrón sistemático de aislamiento y control sobre los menores.


Custodia y seguimiento
Después la intervención, los niños fueron puestos bajo custodia de las autoridades locales. Se espera que reciban atención médica y psicológica para recuperarse del trauma vivido. El caso continúa bajo investigación, mientras los padres enfrentan cargos por poner en peligro la vida y la integridad de sus hijos.