Armando Mansilla Alba, un médico residente de cirugía general en el Hospital Español, decidió darle a su novia un medicamento abortivo sin su consentimiento, con la clara intención de provocarle un aborto. Mansilla utilizó su cédula profesional para conseguir Misoprostol, una sustancia utilizada para propiciar un parto o, en este caso, interrumpir un embarazo.
El caso de Armando Mansilla Alba
El caso se reveló a través de la cuenta de TikTok: Luchando por Historias. En donde la misma mujer afectada contó todo lo sucedido.
Según lo narrado, la víctima le contó sobre su embarazo a Armando Mansilla en agosto del año pasado, quien se mostró sumamente comprensivo y expresó su apoyo para cualquier decisión que ella quisiera tomar. No obstante, este «apoyo» fue una fachada, pues días después la mujer se enteró que había intentado darle Misoprostol de manera clandestina. No una, sino dos veces.
La primera siendo cuando intentó contaminar la proteína en polvo que traía en su mochila y la siguiente quedando grabada en video cuando, en medio de un restaurante, sacó la sustancia y la diluyó en el vaso de agua de la víctima.
Fue la ex novia de Armando Mansilla quien se comunicó con la víctima e hizo de su conocimiento toda la situación, adjuntando capturas de pantallas y notas de voz de las conversaciones que sostuvo con el presunto agresor. Mismas que compartió la víctima en el respectivo video donde explica todo el caso.
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El doctor se defendió de las acusaciones que la víctima realizó ante el Hospital Español comentando que su ex novia había inventado todo y que lo que le había puesto en la bebida del restaurante había sido un endulzante en polvo. Hasta ahora, la víctima no ha recibido justicia de ninguna institución.
Como médico, ¿qué parte no entendiste de no provocar daño? – expresó la víctima en su video.
@luchandoporhistorias
Un claro ejemplo de violencia obstétrica
Según el Instituto de Salud del Estado de México, la violencia obstétrica se define como «una forma específica de violencia ejercida por personal de salud o instituciones públicas o privadas hacia las mujeres embarazadas, en labor de parto, durante el puerperio y/o postparto.»
Es una violación a los derechos reproductivos y sexuales de las mujeres y puede manifestarse a través de:
- Maltrato físico y discriminación
- Humillación y menosprecio del dolor
- Colocación de algún método anticonceptivo sin aprobación
- Realización de cesárea obligada
- Violación a la privacidad
- Negación de tratamiento
- Detención en las instalaciones de salud debido a la falta de pago
En este caso en particular, la intención de administrar un medicamento abortivo sin el consentimiento de la mujer embarazada fue un acto de violencia obstétrica que pudo haber ocasionado consecuencias graves en su salud.
Misoprostol: ¿cuáles son sus complicaciones?
El Misoprostol es un medicamento que se utiliza comúnmente para prevenir úlceras en el estómago, ya que protege el revestimiento y disminuye la secreción de ácido estomacal. Esta sustancia, en ocasiones, se usa también para inducir el parto o en la interrupción temprana de un embarazo. En este segundo escenario, se puede utilizar en conjunto con la Mifepristona.
Cuando el Misprostol es administrado en una mujer embarazada sin supervisión de un médico, puede provocar complicaciones graves como ruptura uterina y hemorragia obstétrica. Además, si el aborto no se concluye, tendrá efectos secundarios congénitos para los bebés como artrogriposis y otros defectos de extremidades, anormalidades cerebrales, gastrosquisis y síndrome de Moebius.
NO SE DEBE TOMAR MISOPROSTOL SIN LA INDICACIÓN Y SUPERVISIÓN DE UN MÉDICO.