Dicho programa fue desarrollado por investigadores del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) y funciona a través de modelos computacionales inteligentes programados para analizar el llanto e los bebés.
En un principio, los especialistas trabajaron con el llanto de bebés con sordera, del que extrajeron características acústicas distintivas, y entrenaron los modelos computacionales en los que se hizo la clasificación de los tipos de llanto.
«Una vez que nuestros modelos estaban entrenados, se les probó con una muestra de bebés desconocidos y así determinaron a qué clase de llanto pertenecía y si existía algún padecimiento, de acuerdo con la clasificación previa que hicimos», explicó el doctor en Ciencias Computacionales Carlos Alberto Reyes García.
El llanto de los bebés fue grabado durante la etapa prelingüística en niños con edades de dos a seis meses.
«Una muestra completa de llanto se divide en segmentos pequeños. A cada uno de estos segmentos les extraemos sus características acústicas con vectores de datos, posteriormente estos vectores se pasan a los modelos de clasificación y así se determina qué tipo de llanto es», precisó Reyes García.
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Los científicos están trabajando en nuevos modelos para detectar otros padecimientos importantes por medio del llanto, como el autismo. Por el momento el proyecto se encuentra en fase de desarrollo y están trabajando para que los pediatras puedan utilizarlo como una herramienta en sus consultas.
En este proyecto colaboran también investigadores del Instituto Nacional de Rehabilitación, la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), la Universidad de Florencia y la de Lieja.