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Tomaron la decisión de revisarlas ya que empezaron a surgir muchas preocupaciones sobre la presencia de contaminantes. Algunos estudios han detectado niveles preocupantes de metales pesados como plomo y arsénico. Además, se busca alinear las regulaciones estadounidenses con las internacionales, ya que existen diferencias en los niveles permitidos de ciertos nutrientes y aditivos.
¿Qué evaluará la FDA en las fórmulas infantiles?
La revisión, denominada «Operation Stork Speed», se centrará en:
- Nutrientes esenciales: Se evaluará si los niveles actuales de vitaminas, minerales y otros nutrientes son adecuados.
- Contaminantes: Aumentar las pruebas para detectar metales pesados y otras sustancias nocivas en las fórmulas.
- Ingredientes opcionales: Revisar el uso de aditivos como DHA y azúcares añadidos, y su impacto en la salud infantil.
- Etiquetado: Mejorar la claridad de la información en los envases para que los papás puedan tomar mejores decisiones.
Si bien, las fórmulas infantiles actuales siguen siendo consideradas seguras, esta revisión de la FDA podría llevar a cambios en su composición y etiquetado. Es posible que en el futuro encuentres productos con ajustes en los niveles de ciertos nutrientes o con información más detallada sobre sus ingredientes.
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Es importante que estés atento a las actualizaciones de la FDA y consultes con el pediatra cualquier duda que tengas. Evita cambiar de fórmula sin ayuda de un doctor, especialmente si tu bebé tiene necesidades dietéticas específicas. Recuerda que una nutrición adecuada en los primeros años de vida es clave para su desarrollo.