Con un mensaje sincero, habló de lo rápido que pasa el tiempo y de cómo cada día trae un reto distinto.
“No quiero olvidar lo chiquito que es hoy, ni sus manitas buscando mi piel”, escribió, mostrando la mezcla de cansancio, asombro y emoción que acompaña los primeros días del posparto.
Carla también contó que, a los 10 días del nacimiento de su bebé, tuvieron que dejar su casa por “un pequeño desafío de la naturaleza”. A pesar del caos, destacó la red de apoyo que los ha sostenido: “Nos encontramos rodeados de gente ofreciendo ayuda, espacio y cobijo”.
Sobre esta nueva etapa, la actriz y escritora la definió como una transformación profunda: “Una rendición completa, un renacer lento”. Cerró su publicación agradeciendo el apoyo recibido y reconociendo lo que este proceso le está enseñando como mamá.
Con este mensaje, Carla Medina muestra una maternidad sin filtros: vulnerable, real y llena de aprendizajes que van más allá de la idealización del posparto.
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