La tierna fotografía de la familia, fue acompañada por el siguiente mensaje «Hogar dulce hogar. Gio y nuestra niña finalmente están con nosotros. Queremos agradecer a todos por todas las amables palabras y gestos. Su apoyo es muy importante y todos sentimos el amor y respeto que tienen por nuestra familia. Ahora es el momento de estar agradecidos por la vida que acabamos de recibir en este mundo.»
Además, a pesar de estar pasando por uno de los momentos más tristes de su vida, Cristiano Ronaldo ha retomado los entrenamientos y ha reaparecido ante sus seguidores para darles las gracias por el cariño recibido.
El ganador de cinco Balones de Oro ha también compartió un video del emocionante tributo que le rindió la afición de su club, el Manchester United, y el Liverpool en el encuentro del pasado martes. «Un mundo… un deporte… una familia global… Gracias, Anfield. Mi familia y yo nunca olvidaremos este momento de respeto y compasión», escribió.
La pérdida de un hijo
A la mente le es muy difícil entender que aquel hijo que se esperaba con tanto amor e ilusiones no tuvo el destino deseado. Sin embargo, a pesar del dolor de la ausencia, debemos reconocer y valorar los regalos que trajo consigo el breve paso de su vida en la nuestra. Este bebé no vino para hacernos sufrir, ni tampoco para robarnos la posibilidad de ser felices o seguir adelante.
Ser padres significa dar lo mejor de nosotros mismos, querer siempre el bien del otro y dejar nuestras necesidades en segundo término porque lo primero es ese bebé que amamos aún sin ver su rostro o tocar su piel. Ahí está la complejidad de este duelo: entender que morir era su destino. Que este no era el tiempo para permanecer con nosotros, pero que debemos rescatar el mensaje de amor que venía a entregarnos.
La ilusión con la que esperamos a nuestro hijo es tan grande que cuando recibimos la terrible noticia de que no estará más con nosotros simplemente nos desplomamos. No tenemos ganas de seguir adelante porque vemos todo negro y el enojo es tan grande que domina
y nos lleva a preguntarnos una y mil veces: ¿por qué yo?, ¿por qué a nosotros? Ésa es una pregunta para la cual no existe respuesta.