El Ministerio de Salud informó que los padres sí fueron a un centro médico, donde los profesionales recomendaron hospitalización y canalización intravenosa. Sin embargo, los padres se negaron y retiraron a la bebé del hospital, dejando de lado las indicaciones médicas.
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Piden investigación más a fondo del caso
La Defensoría del Pueblo de Panamá pidió a la Fiscalía investigar el caso y ejercer acciones legales contra los padres y el curandero. El organismo recuerda que la ley panameña protege la vida de los menores, y en casos de negativa de los padres, el sistema de salud debe activar de inmediato a la Policía de Niñez y Adolescencia para garantizar atención médica.
Además, señala que los padres son responsables directos de la salud de sus hijos y que evitar esta obligación por creencias o prácticas sin respaldo científico puede acarrear responsabilidad penal. La Defensoría también pidió al Minsa revisar cómo se aplicaron los protocolos médicos en este caso.
¿Por qué este caso importa?
Este caso muestra un conflicto entre creencias tradicionales y la obligación legal de proteger a los niños. La salud infantil no admite retrasos ni justificaciones sin respaldo científico. La Defensoría y el Minsa insisten en que la acción rápida de las autoridades es crucial para evitar tragedias como esta.