6 pasos para enseñarle a tu hijo a ser agradecido
La Universidad de California realizó una investigación donde encontró que los niños que la practican constantemente tienen las siguientes características en comparación con otros críos de su edad y en condiciones similares:
- Más saludables. Estos niños tienen menor riesgo de contraer enfermedades porque su sistema inmunológico es más fuerte.
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- Más felices y optimistas. Esto ocurre porque al agradecer lo que ocurre en la vida, se sienten más satisfechos.
- Construyen vínculos profundos. Las relaciones con sus amigos y familia son más estables, y en general actúan con mayor generosidad y compasión hacia los otros.
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Es importante que sepas que para que tu hijo obtenga los beneficios de ser agradecido, esto debe ser una práctica en su día a día. ¿Por qué? La gratitud se va desarrollando a medida que va creciendo, por eso es más fácil ver niños mayores que actúan con gratitud, en comparación con aquellos que son pequeños.
En una investigación, se observó la reacción de un grupo de críos de 2 a 16 años al darles un dulce. Solo el 21% de los menores de 6 años agradeció el regalo, mientras el 83% de los de 10 años dieron las gracias; esto debido a que los niños más grandes ya habían desarrollado cierto nivel de empatía, que les permitía entender cuando alguien estaba haciendo algo bueno por ellos.
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Es natural que tu hijo sea más egocéntrico en sus primeros años de vida, pero es gracias a ti que entiende que existen otras personas con quienes necesita relacionarse y que también son importantes.
Si ya estás convencida de lo valioso que es inculcarle ser agradecido, pero no tienes idea de por dónde empezar, recuerda que los niños pequeños experimentan y aprenden utilizando todos sus sentidos e inteligencia; tu hijo necesita ejemplos concretos que le permitan experimentar cuando alguien es agradecido con él para después repetirlo.
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Apóyalo con estos 6 ejercicios:
1. Di 5 cosas que quieras agradecer cada día.
Conviértelo en parte de tu rutina al comenzar o al terminar el día, lo importante es que al principio te escuche y, conforme pase el tiempo, lo adopte como un hábito propio.
2. Déjalo dibujar
El dibujo es una de las formas de expresión más claras de lo que ocurre en la mente de un niño. Aprovecha cuando tu hijo reciba algún regalo o sorpresa y dile que para demostrarle a esa persona cuánto le gustó puede hacerle un dibujo. Finalmente, después de que él lo entregue, hazlo sentir orgulloso diciéndole: “Mira qué contento se puso cuando le diste tu dibujo; gracias por ser así”.
Puedes usar alguna historia que tenga la gratitud como tema central o inventarla. ¿Vas a improvisar? Trata de que sea un personaje con el que tu hijo se identifique, por ejemplo, si sabes que disfruta las galletas, narra: “Había una vez un pato al que su abuelita le preparó sus galletas favoritas, él estaba tan contento que le dio un abrazo y las compartió con toda su familia”.
Así, cuando le des este snack puedes preguntarle “¿Te acuerdas lo que hizo el pato?” para reforzar las conductas que quieres que adopte. También puedes intentarlo con canciones.
4. Haz una bolsa de gratitud
Pídele a cada integrante de la familia que meta una o dos de las cosas que más les gusten (una foto familiar, su prenda de ropa favorita, algún juguete) dentro de una bolsa común. Después saquen las sorpresas una por una y haz que la persona diga por qué es algo que agradece tener.
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5. Ayúdale a distinguir lo que es necesario y lo que no
Organiza una colecta familiar. Explícale que para que él también pueda participar debe separar las cosas (ropa y juguetes) que utiliza de las que ya no necesita (ya sea porque no le gustan o no le quedan). Así no sólo fomentarás que sea una persona generosa, sino que le darás la oportunidad de experimentar y valorar la respuesta de los demás al recibir las cosas que comparte.
6. Juego de fotos
Regalarle una cámara fotográfica a partir de los 4 o 5 años puede ser una gran experiencia. Llévalo a dar un paseo y juntos saquen fotos de lo que agradecen. Las respuestas suelen ser maravillosas, desde una catarina hasta el sonido del viento. ¡Te sorprenderás!
Es súper importante que note que tú también agrade- ces las cosas positivas constantemente. Recuerda decirle a diario “Gracias por ser quien eres, te amo”.