Valores clínicos lo confirman: incluso con bajo consumo de “azúcar visible”, un aumento en ciertas bacterias orales incrementa el riesgo de caries.
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Además, la frecuencia y duración del contacto con carbohidratos en la boca suelen importar más que la cantidad exacta. Por ejemplo, darle leche, fórmula u otros líquidos durante muchas horas —sobre todo de noche— pone en riesgo los dientes de leche.
Factores de riesgo más allá del azúcar de mesa
- Frecuencia de comidas o bebidas: Si el bebé come o toma con frecuencia alimentos o líquidos con carbohidratos fermentables, los dientes están constantemente expuestos al riesgo.
- Consistencia pegajosa o persistente: Papillas, fórmulas o alimentos blandos y pegajosos pueden quedarse adheridos en dientes y encías, favoreciendo la proliferación bacteriana.
- Higiene bucal ausente o deficiente: Sin limpieza diaria, la placa se acumula y deja que las bacterias actúen sin control.
- Falta de flúor: Ese mineral ayuda a reforzar el esmalte y hacerlo más resistente a los ataques ácidos.
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Qué puedes hacer desde ya para prevenir
- Cuida la frecuencia, no solo la cantidad: evita ofrecer líquidos/fórmulas con frecuencia, especialmente entre comidas o como “agua de continuidad”.
- Cepilla desde el primer diente: apenas salga el primer diente, limpia encías y dientes con gasa húmeda o un cepillito suave, y cuando haya varios dientes, usa pasta con flúor en la dosis adecuada.
- Evita líquidos azucarados o pegajosos al dormir: no permitas biberones con leche, fórmula, jugos o bebidas dulces durante la noche. Mejor solo agua si es necesario.
- Aliméntalo con moderación: aunque sean alimentos “saludables”, muchos pueden contener azúcares o carbohidratos fermentables. Procura comidas espaciadas, no constantes.
La caries infantil no siempre tiene que ver con “darle dulces”. A veces, el problema viene disfrazado en fórmulas, papillas, jugos o el simple hecho de conceder un biberón varias veces al día. Pero con buenos hábitos —higiene desde el primer diente, moderar la frecuencia, usar flúor— puedes reducir muchísimo el riesgo.
