De seguro creciste con la idea de que rapar a un bebé era lo mejor para ellos, porque te lo dijo la abuelita, la tía o incluso tu mamá, pero ¿esto es verdad?

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¿Tenemos que rapar a los bebés? 

Lo primero que tienes que saber es que no hay ninguna evidencia científica que compruebe que al momento de rapar el pelo a los bebés esto estimule un crecimiento más grueso o más rápido.

La estructura del pelo y la densidad están determinadas por los folículos bajo la piel, y rasurar solo elimina el pelo visible, no cambia lo que sucede dentro de esos folículos.

Algunos de los posibles beneficios y realidades de esto, es que podría parecer más higiénico, si es que el bebé suda mucho durante el día. En algunos estados en donde el clima es más caluroso cortar un poco su pelo puede ayudarlo a sentirse más ligero, pero no cortarlo por completo.

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Riesgos que debes considerar 

• La piel del bebé es muy sensible. Usar una cuchilla o herramientas no adecuadas puede causar cortes, irritación o daño.

• Existe la creencia de que los puntos blandos del cráneo (fontanelas) podrían verse afectados. No hay evidencia de daño directo por rapar, pero sí es prudente tener cuidado al manipular esas áreas.

• Problemas como quemaduras solares, picazón o infecciones podrían aumentar si la cabeza queda totalmente expuesta sin protección.

Algunos de los mitos más comunes con respecto a este tema es que rapar hace que el pelo crezca más grueso, pero esto es falso. El grosor lo determina la genética, no lo que haces en la superficie.

También que si rapas, aceleras el crecimiento, sin embargo, tampoco es cierto. El pelo tiene su ritmo natural.

En definitiva, no es necesario rapar la cabeza de tu bebé para que tenga un buen crecimiento o salud capilar. Lo importante es mantener el cuero cabelludo limpio, protegido del sol, y evitar usar herramientas peligrosas o técnicas agresivas.

Si lo haces, que sea por comodidad o tradición, no por esperar algún “milagro” en su pelo. Sea cual sea tu decisión, asegúrate de cuidar la piel, usar productos suaves y respetar la naturaleza del cuerpo de tu bebé.