Los besitos —un acto de amor común entre padres e hijos— aunque duren apenas dos o tres segundos conllevan el intercambio de bacterias y virus. Entre los padecimientos más comunes están:
Caries
Es una enfermedad con varios factores de riesgo para desarrollarse: la mala higiene dental, la ingesta elevada de harinas y azúcares, y la transmisión de bacterias de los padres —y otros adultos— los niños.
“Cerca del 80% de los niños en edad escolar tienen al menos una pieza dental cariada, y los padres presentan de tres a seis piezas”, explica Rodríguez Sosa, quien recomienda acudir a una revisión dental una vez por año puesto que las caries son una enfermedad 100% prevenible.
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Herpes
Comúnmente llamada la enfermedad del beso, este padecimiento se presenta por la infección del virus del herpes que se trasmite por los besos. Genera unas ampollas dolorosas por dentro y por fuera de los labios que se conocen como “fuegos” labiales o “fogazos”.
“El herpes es un virus incurable, y cuando la persona tiene bajas sus defensas, los fuegos suelen aparecer en solitario o bien en racimo”, precisa la entrevistada quien afirma que en algunos casos los menores de edad padecen vómito, dolor de cabeza y fatiga ante la presencia de los “fuegos” activos.
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Gripe
La gripe es una de las enfermedades más contagiosas entre las personas y afecta a las vías respiratorios. Se trasmite por medio de la saliva o de las secreciones nasales. “El virus de la gripa puede vivir en la saliva entre cinco a quince días y cuando besas simplemente trasmites la enfermedad”, destaca la odontopediatra.
Si la gripe no se atiende de forma correcta puede generar problemas respiratorios más graves, como neumonías.
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Ante ello, “debemos evitar esta práctica; los afectos los podemos demostrar de otra manera: abrazos, sonrisas, caricias en mejillas, en la cabeza, en los hombros o la espalda, cargar a tu hijo y mantenlo en brazos también es algo que disfrutan los pequeños”, explica la experta.
Otras recomendaciones
Además, Rodríguez Sosa recomienda estos consejos para evitar estas y otras enfermedades:
- Evitar besar en la boca a nuestros hijos
- Realizar el aseo exhaustivo de lavado de manos
- No soplar los alimentos de los niños para enfriarlos, tampoco probar sus alimentos o compartir cubiertos, popotes o vasos.
- Jamás intercambies ni compartas los cepillos de dientes con los hijos.
- Realizar el aseo bucodental al menos tres veces por día.
- Acude con tu odontólogo, por los menos, una vez al año para una revisión preventiva
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