Los mejores zapatos para los niños no son los costosos, ni los de moda o de marca, el calzado ideal es el que ayude a su desarrollo, puesto que los niños requieren «plantar» firmemente ambos pies en el suelo. «Con ello se ejercitan los músculos, huesos y ligamentos que le servirán para dar sus primeros pasos y tener una buena columna y marcha para toda la vida», explica, la ortopedista y traumatóloga infantil, Alhelí Bremer, integrante de la Sociedad Mexicana de Ortopedia Pediátrica.
¿Cómo elegir zapatos para bebé?
¿Cuál es el mejor zapato?
La experta explica: «los ortopedistas recomendamos que el menor de edad siempre esté descalzo en casa, pues eso le permitirá apoyar todos los puntos de la planta del pie que le ayudarán a consolidar sus primeros pasos».
Y cuando comience a caminar, que es a partir de los 18 meses, el calzado ideal es aquel que cumpla con las siguientes características:
►Mucha flexibilidad
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El material del calzado debe ser flexible, nunca rígido porque no le permitirá ejercitar su pie ni tobillo. Los zapatos rígidos sólo harán que los niños no quieran caminar puesto que lastiman, les pueden generar lesiones y cortaduras en su aún muy suave y delicada piel.
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►Ligereza
Los zapatos siempre deben ser ligeros, que permitan el libre movimiento del pie y del cuerpo, pues el calzado pesado hará que los pequeños arrastren los pies y, en consecuencia, tengan daño en rodillas y cadera.
►Talla adecuada
El calzado no puede ser de una talla muy grande, pero tampoco que apriete. El tamaño debe ser medio número más grande. Por ejemplo, si el niño es talla 12, hay que comprarle 12.5.
Cuando el zapato es muy pequeño el niño desarrollará dedos y/o uñas de garra, le saldrán ampollas por fricción y tendrá dificultad para desplazarse. En cambio, si el calzado es muy grande, correrá el riesgo de caídas porque no hay estabilidad en cada paso o zancada.
►Sin tacones
Es común que a las niñas les compren zapatos con un pequeño tacón, y a las adolescentes les permitan elegir zapatillas. Ese calzado no es adecuado para los menores de edad, pues para usar zapatos de tacón se requiere de fuerza en las piernas y glúteos, pero las niñas y adolescentes no tiene desarrolladas esas zonas, a menos que practiquen ballet, yoga o atletismo.
►Adiós a las puntas
Los zapatos infantiles (también de los adultos) deben ser «chatos» y nunca deben de terminar en punta, pues deformarán a largo plazo los pies de los niños. Los popularmente conocidos como juanetes son consecuencia de los zapatos estrechos y que terminan en punta.
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►No importa la edad del niño
Muchos padres piensan que, si su peque llega a determinada edad, ya deben caminar, correr y brincar. La realidad es que todo depende de la madurez del menor y de la exposición a un ambiente estimulante para caminar.
«Los zapatos no fomentan la madurez de los pies, tampoco ayudan a que camine más rápido, por el contrario, pueden ser limitantes en el desarrollo psicomotor del menor», explica Bremer, quien recomienda el uso de calcetines antiderrapentes en casa para que el niño fortalezca su pisada.
«Es importante que los niños hagan los siguientes ejercicios: caminen de puntas y luego cambien a los talones, y anden con ellos. Con cinco minutos al día de marcha puntas-talones lograrán fuerza en los pies, tendrán mejor equilibrio y andarán con mayor seguridad», explica la ortopedista infantil.
Los nenes nacen sin arco
Todos los niños nacen sin arco, éste se forma entre los dos y los tres años de edad, por eso hay que dejar a los pequeños descalzos en casa, en los patios, en los pastos, arena y tierra, siempre y cuando no corran riesgos de lesiones o caídas.
«El arco se forma con la fuerza al ejercitar el pie, y hasta que tenga la marcha ‘madura’ (a partir de los tres años de edad) se formará. Incluso, las plantillas o zapatos ortopédicos no formarán el arco, sino que es el ejercicio de la marcha en puntas y talones lo que ayuda a consolidarlo», dice la entrevistada.
Llévalo con el ortopedista
«Si tu nene mete los talones, las rodillas se le arquean, tiene las piernas chuecas, o camina con los pies hacia adentro o hacia afuera, es necesario ir al ortopedista pediatra, para darle un diagnóstico y tratamiento. No le compres plantillas o zapatos ortopédicos (estos cada día se usan menos) en cualquier centro comercial, lo ideal es llevarlo con un ortopedista infantil que entienda como es el desarrollo de la marcha y que sepa ayudar al niño a caminar bien».
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El pie de las niñas deja de crecer a los 15 años aproximadamente, en los varones a los 18. Pero todo depende del tipo de alimentación, de la práctica de ejercicio y de la genética.
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