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Siempre hidratado
Que tu hijo siempre esté bien hidratado es básico para ayudar a que su organismo funcione correctamente. En sus primeros 6 meses esta necesidad la cubre la leche materna, después se puede complementar con leche de fórmula y jugos adecuados para su edad. La integración de alimentos sólidos en su dieta diaria puede ocasionar molestias que serán muy comunes durante su primer año, porque puede fomentar la aparición de algunos trastornos digestivos como estreñimiento y diarrea.
Cuando tu bebé pueda tomar líquidos, recuerda que necesita al menos de 800 ml. a 1 lt. diario de agua.
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Limpieza nasal
Los virus responsables del resfriado común suelen alojarse en la nariz ya que el ambiente húmedo y tibio es ideal para reproducirse. Aunque en los meses fríos la cifra de resfriado aumenta, no olvides que el sistema inmune de tu bebé aún se encuentra madurando.
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Utiliza una solución salina como parte de su rutina de higiene diaria para ayudar a eliminar agentes externos que puedan causarle una infección, y si ya está enfermo, la solución salina te ayudará a eliminar las molestias de los mocos y la congestión.
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Ayuda a su intestino
Cuando comienza la ablactación, su sistema digestivo puede presentar dificultades para asimilarlos y presentar diarrea, estreñimiento y falta de apetito. Lo recomendable es darle papillas ricas en fibra y con frecuencia darle darle masaje en su abdomen en el sentido de la manecillas del reloj.
Más relax
Diariamente un bebé recibe una inmensa cantidad de estímulos a través de sus 5 sentidos, así que necesita dormir bien para que su cerebro procese toda la información que recibió. Los cólicos y la dificultad para respirar puede afectar sus horas de sueño dejándolo cansado, irritado y con defensas bajas. Para evitar eso, puedes colocarlo bocabajo y darle algunas palmadas en la espalda para ayudarlo a expulsar los gases causantes de cólicos.
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Si tu bebé tiene dificultades para respirar, un baño con agua tibia antes de dormir lo dejará relajado y el vapor despejará su nariz. Puedes complementar la limpieza diaria de su nariz usando una solución salina.
Su primer año de vida estará llenos de experiencias tanto para él como para ti, no te estreses si presenta alguna molestia ya que es algo bastante común, sólo recuerda que es importante acudir con el pediatra ante cualquier comportamiento inusual. Para aliviar sus molestias y prevenir que se presenten de forma frecuente, considera los puntos anteriores y ten a la mano una solución salina para retirar el exceso de mucosidad y eliminar los virus que se alojan en ella.