3 beneficios desconocidos de los alimentos crujientes
De acuerdo con la nutrióloga pediátrica Ana Laura Noguera, masticar alimentos crujientes no solo es agradable para el paladar sino que generan beneficios adicionales:
- Activan los sentidos. Los alimentos que se rompen en la boca generan una sensación placentera debido a que activan varios sentidos al mismo tiempo: el oído, el olfato y, por supuesto, el gusto.
- Ayudan a la regulación mental. Los alimentos crujientes tienen la capacidad de autorregular a lo largo del día debido a que dan estabilidad frente al estrés, porque al masticar de forma constante y coordinada se oxigena el cuerpo y, ello, aporta una sensación de bienestar que reducirá la prisa y la tensión mental.
- Mantienen músculos sanos y dientes alineados. Los alimentos crocantes estimulan los músculos y facilitan la coordinación de movimientos finos, como la lengua y los labios, ambos son necesarios para la alimentación y el habla. Incluso, este tipo de alimentos estimulan la acción oromotora o capacidad de mantener la mandíbula y la boca estables, por ello incluso los niños que mastican alimentos crocantes tienen un tamaño de maxilar sanos al tiempo de mantener una alineación dental óptima.}
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Recomendaciones de alimentos crujientes para el lunch
Lo más importante es que los alimentos crujientes sean hechos en casa, no es adecuado comprar una bolsa de papitas industrializadas, sino que tienen que ser alimentos que sí le aporten beneficios.
1. Zanahoria cruda
Crocante natural, especialmente al morderla entera o en bastones.
Beneficios: Alta en betacarotenos (vitamina A), buena para la vista y la piel. También es rica en fibra lo que favorece la digestión, y contiene antioxidantes que ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares.
2. Manzana roja o verde
Tiene un crujido natural al morderla, especialmente si está fresca y firme.
Beneficios: es rica en fibra soluble que ayuda a controlar el colesterol. Es fuente de vitamina C y antioxidantes y, por supuesto, ayuda a la salud dental (estimula encías y limpia la boca al masticar).
3. Almendras, pistaches, cacahueta o nueces tostadas.
Crocantes, especialmente si están ligeramente tostadas.
Beneficios: todas las nueces son ricas en grasas saludables (omega-9), vitamina E, magnesio y proteína vegetal.


4. Palomitas de maíz (hechas sin mantequilla ni azúcar) No se recomienda en menores de 5 años de edad porqu es pueden atragantar
Son muy crocantes y muy ligeras.
Beneficios: son elevadas en antioxidantes tipo polifenoles y ricas en fibra y bajas en calorías si se preparan sin grasa añadida. Toma nota: Las comerciales tipo microondas o de cine tienen grasas trans y sodio elevado
5. Cereales inflados como quinoa pop o barras de amaranto.
Son muy crocantes y muy ligeras.
Beneficios: fuente de proteína completa además de ricos en fibra dietética, por lo que ayudan a la digestión, reduce el colesterol y promueve saciedad. Además de contener hierro y calcio.
3 estrategias para que tu hijo sí se coma el lunch
Si tu crío prefiere comer el lunch de su compañerito o bien regresa con los alimentos intactos, es importante que revisen algunas estrategias para que sea parte de la selección, preparación y disfrute de los alimentos de su lunch.
“Cuando involucramos a los niños en la preparación del lunch y de sus alimentos en general, no sólo generas una convivencia sino que también le brindas ese poder de decisión”, indica la psicóloga Ana Marión Hernández, especializada en pedagogía quien te recomienda estas 3 estrategias para impulsar la ingesta divertida del lunch.
- Collage de alimentos. Dale a tu crío varias revistas para que recorte algunos de sus alimentos favoritos: frutas, verduras, guisos y formen diversas propuestas de menú para la semana. ¡Mantén el equilibrio entre lo que le gusta y lo que le nutre!
- Manos a la cocina. Involúcralo en la preparación: que lave las frutas, que sazone los chicharitos y ensaladas, que le ponga mayonesa al sándwich.
- Contenedores lindos y ordenados. Compra 2 o 3 contenedores para que resuelvan tres días consecutivos de lunch. Pídele a tu crío que ordene su lunch con los alimentos seleccionados, luego que los meta al refri para que estén listos sin prisas ni disgustos. ¡Ponle un letrero para cada día de la semana!