Malformaciones en el tórax como el pecho de paloma, sí afectan
De acuerdo con el experto, uno de cada 400 niños mexicanos tiene una malformación de tórax y pueden ser del tipo de pecho de paloma o pechito hundido. Y no todas tienen que ser operadas, únicamente las que se consideran moderadas o severas debido a que pueden condicionar:
- Problemas cardiacos específicamente en las válvulas del corazón
- Dificultades pulmonares
- Desviación de la columna
¿Cómo se diagnostican las malformaciones?
“El estudio ideal para hacer el correcto diagnóstico es una tomografía simple de tórax, donde podemos revisar el contorno de la caja torácica, así como los órganos internos”, explica Mier Odriozola.
Además, afirma que las malformaciones del tórax, como el pecho de paloma o pechito hundido, no son hereditarias, puesto que “no hay un gen detectado que indique que el padecimiento es hereditario, pero sí sabemos que hay una asociación familiar; es decir, hasta el 15% de las personas que padecen una malformación de tórax tienen un familiar en primer grado que también la tiene.”
Por tanto, el entrevistado recomienda que los padres deberán estar atentos a cualquier hundimiento o protrusión del tórax y llevar a su hijo con un especialista en caso de duda, puesto que estas deformidades se pueden reparar de una manera muy sencilla cuando menor es el niño.
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“Entre más crece mayor complejidad se requiere para ayudarlo. Además, la ciencia médica aún desconoce por qué los cartílagos —que unen las costillas al esternón— se deforman, no sabemos por qué ni quien los padecerá; lo que sí sabemos es que a todos los pacientes con deformidad en grado menor, moderado o severo se pueden tratar y recuperar a fin de dejarlos con un tórax normal, que ejerza su función en la protección del corazón y los pulmones”.
Los varones, los más afectados
Las malformaciones del tórax, como el mencionado pecho de paloma o pechito hundido son más frecuentes en hombres en una relación de 3 varones por cada mujer; se presentan desde el nacimiento que parece un defecto pequeño, pero es en la adolescencia cuando más se diagnostican porque se observa una deformidad mucho más grande, advierte Mier Odriozola, quien también es coordinador de la Clínica de Cáncer de Pulmón y Tumores de Tórax.
¿Qué pasa si no se trata esta deformidad?
“Cuando la malformación es muy pronunciada puede generar problemas cardiacos, debido a que el corazón está detrás del esternón y al verse limitado en su crecimiento se desarrollarán valvulopatías cardiacas. Incluso, también puede haber defectos en el crecimiento de los pulmones a esto se le llama hipoplasia pulmonar. Del mismo modo es común las desviaciones de la columna vertebral”, puntualiza el cirujano robótico de tórax, José Manuel Mier Odriozola.