De acuerdo con cifras, hasta el 10% de los recién nacidos pueden nacer con una hernia, sin embargo, cuando el bebé es prematuro las hernias umbilicales son más frecuentes.
El pediatra-neonatólogo Javier Sánchez Nava, presidente del Colegio Mexicano de Pediatras de la Ciudad de México, entrevistado en exclusiva para bbmundo.
La mayoría de las hernias desaparecen antes de los dos años de edad. No obstante, algunos niños las tienen hasta los 4 o 5 años de edad. Por lo que es fundamental acudir con el pediatra a fin de revisar que la hernia realmente vaya desapareciendo. En caso de que no sea así, hay que evaluar si se interviene quirúrgicamente
¿Por qué se presenta una hernia umbilical?
En entrevistado explica que durante la gestación, el cordón umbilical se introduce en los músculos abdominales del bebé y se conecta con la placenta. Así, durante todo el embarazo permanece abierta la pared abdominal y justo se cerrará después del nacimiento.
En algunos bebés este cierre puede tardar más tiempo, especialmente si es prematuro (si no ha alcanzado los siete meses de gestación), no es prematuro pero sí tiene bajo peso al nacer o si es de gran tamaño (mayor a cuatro kilogramos de peso)
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3 riesgos de hernias umbilicales no tratadas
Si bien en 90% de los casos las hernias umbilicales desaparecen por sí solas, en ocasiones esto no ocurre así y los riesgos de no tratarla son:
- Dolor e incomodidad en general.
- Atrapamiento o desplazamiento de los intestinos.
- Atascamiento de la hernia en los músculos de la pared abdominal.
Aunado a ello, es importante considerar que las hernias no son siempre del mismo tamaño. Algunas son tan pequeñas como un frijol, otras lucen como un pistache, pero algunas llegan a alcanzar el tamaño de una ciruela grande.
No a los remedios caseros
Existen muchas creencias en torno a los cuidados del ombligo, la realidad es que ninguna persona deberá colocar: monedas, fajeros, frijoles, canicas, algodón o cualquier otro objeto que presione la zona, tampoco algún tipo de sustancias o líquidos (ni leche materna o algún antiséptico).
“El ombligo se lava únicamente con agua y el jabón recomendado por el pediatra, se deberá enjuagar muy bien y secar por completo. Nunca debe estar apretado por pañales, vendas, fajas ni cualquier otra prenda”, indica el pediatra Sánchez Nava y recomienda que ante cualquier duda respecto del tamaño del ombligo es necesario acudir con el pediatra o médico general.