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Si hablamos de la mollera, existen muchos mitos: ¡se hunde fácilmente!, ¡puede soplarse para calmar el llanto del bebé!, ¡es un defecto de nacimiento! o ¡genera dolor y malestar al bebé! entre otras falsas creencias.¿Qué es la mollera?
La realidad es que no es una mollera sino dos, también se les conoce como fontanelas, y son las partes blandas del cráneo de un recién nacido.
Es decir, cuando los huesos del feto se están formando en el vientre materno (entre las 11 y 13 semanas de gestación) son muy blandos y durante los siguientes días se van , progresivamente, endureciendo.
Sin embargo, cuando el bebé nace, el cráneo aún no está formado por completo y las fontanelas siguen abiertas y se pueden sentir hundimientos en la parte de arriba y de atrás del cráneo de un bebé.
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3 verdades de la mollera
Un número importante de padres, especialmente los primerizos, desconoce para qué sirve la mollera, por eso le preguntamos al pediatra neonatólogo Javier Sánchez Nava, presidente del Colegio de Pediatras de la Ciudad de México y esto comentó:
Ayuda en el parto vaginal.
Para que se lleve a cabo el parto natural es necesario que se dilate entre 8 a 10 o más centímetros la entrada vaginal. A fin de que el cuerpo del bebé pase por el canal del parto, especialmente la cabeza que es el área más grande.
Incluso, los huesos del cráneo se contraen (gracias al espacio de la mollera) para que la mujer no tenga desgarres vaginales que puedan provocar hemorragias u otras complicaciones.
Permite el crecimiento del cerebro.
Tras el nacimiento del bebé y durante los primeros 12 meses de vida, el cerebro del bebé crece rápidamente y es gracias a las molleras que el cráneo tiene espacio para adaptarse al tamaño del cerebro.
Advierte de la deshidratación.
Cuando un recién nacido tiene fiebre, diarrea o no se le alimenta adecuadamente puede estar deshidratado. Pero no es fácil saber si le falta hidratación el bebé, por ello, si las molleras están hundidas significa deshidratación. La falta de orina también es otra señal de falta de hidratación en un bebé.
Cuidados de la mollera
Las molleras se cierran progresivamente entre el primer año de vida del bebé y hasta los 18 meses o más, cada niño es diferente, incluso entre los hermanos. Mientras tanto, es esencial que no se manipule. El entrevistado recomienda que:
- Durante el baño, no tallen la mollera
- La mollera no se manipula o se apachurra al cepillar el cabello o al cambiarle la ropa
- Se evite el golpeteo, no solo en las molleras sino en cualquier parte de la cabeza
Las molleras pueden palpitar y eso no es raro o signo de alguna enfermedad, es algo común y ocurre porque por debajo de ella pasan venas y arterias por donde circula la sangre; por ello palpitan al mismo ritmo que el corazón
