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Sí, no estás exagerando si notas cosas como terrores nocturnos, que se haga pipí en la noche o incluso que sea un picky eater. Detrás de todo eso, podría estar su forma de respirar.
No es solo roncar: cómo afecta la respiración al desarrollo
Respirar mal durante la noche no solo afecta el sueño. También impacta en cómo se desarrolla el cerebro, cómo crece la mandíbula, y cómo se regulan las emociones y la conducta.
El problema es que la salud de las vías respiratorias casi nunca se evalúa de forma rutinaria. Así que es muy común que tú, como mamá o papá, estés buscando respuestas sin saber por dónde empezar.
7 Señales raras de problemas respiratorios
- Terrores nocturnos o pesadillas frecuentes
- Enuresis (mojar la cama) más allá de los cinco años
- Nariz tapada de forma crónica
- Rechazo a ciertos alimentos o texturas (picky eating)
- Rechinido de dientes mientras duerme
- Ansiedad, berrinches o problemas de conducta
- Retrasos en el habla
¿Qué pasa cuando un niño no respira bien?
Cuando no se respira por la nariz, la lengua no se coloca en el paladar de forma correcta. Esto afecta el crecimiento de la mandíbula, estrecha el paladar y hace más pequeña la vía aérea.
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El resultado: un sueño fragmentado, poco reparador, y un niño que aunque haya dormido 10 horas, se levanta cansado, irritable o con dificultades para concentrarse.
¿Qué puedes hacer?
Si identificas uno o más de estos síntomas en tu hijo, vale la pena consultar con un especialista en vías respiratorias o un dentista con enfoque en respiración infantil.
- Terapias miofuncionales para mejorar la posición de la lengua
- Expansión del paladar en casos de mandíbula estrecha
- Reeducación respiratoria y hábitos posturales
