Es muy frecuente que midas sus avances comparándolo con su primo o compañero de escuela y en ocasiones te preguntes por qué si el otro niño ya dijo “mamá” y ambos son de la misma edad, el tuyo no. ¡Cuidado! Cuando lo haces, él se siente presionado al ver que dudas de sus capacidades y tu abres la puerta a escuchar opiniones equivocadas.
Antes de asumir que la culpa es tuya o que tu bebé nació con alguna alteración, piensa que si bien debes monitorear su progreso con los hitos del desarrollo, también es importante contar con el apoyo y seguimiento del pediatra, sólo él podrá evaluar de forma correcta si necesita apoyo de un especialista en cierto aspecto de su crecimiento.
¿Cuál es la diferencia?
Si piensas que no es normal que a su edad no haga ciertas cosas, hay un indicador clave de su salud: el tiempo que tarda en conseguirlo. Es un retraso cuando tarda un poco más en dominar esa habilidad a diferencia del resto, pero finalmente lo logra; en cambio, si pasa un periodo de tiempo considerable y sigue sin lograrlo, entonces puede ser un trastorno.
Es difícil identificar si el retraso que notas en tu hijo es indicador de algún trastorno antes de los 5 años de edad porque es hasta etapa (cuando entra a la escuela) que se hace más evidente la torpeza o dificultad en ciertas habilidades. Sin embargo, mientras más sepas sobre los avances que puedes esperar de tu bebé a determinada edad, más preparada estarás para detectar cualquier retraso y consultar con el pediatra alguna complicación.
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Existen 5 principales tipos de habilidades y dentro de estos grupos hay avances específicos de cada etapa, ¿sabes cuáles son?
1. Cognitivas. Son las que usa para pensar, resolver problemas, hacer juicios. Incluyen todos los de aprendizaje como los de lectura, escritura, matemáticas.
De 0 a 2 años
- Pone atención en los rostros y después reconoce a esas personas.
- Muestra curiosidad por el mundo (explorar, tocar, oír, oler) para identificar los objetos.
- Puede entender y seguir instrucciones.
A partir de 3 años
- Aumenta su vocabulario y construye frases más largas.
- Aprende a contar.
2. Sociales y emocionales. Es la capacidad para relacionarse con otros, habilidad para expresar y controlar las emociones, capacidad de juego, de sentirse seguro, hacer berrinches, trabajar con otras personas.
De 0 a 2 años
- Sonríe como una forma de respuesta a la gente.
- Reacciona y se deja consolar por otras personas que no son tú ni su papá o tu familia.
A partir de 3 años
- Deja de hacer berrinches y poco a poco desarrolla su tolerancia a la frustración.
- Es capaz de pedir ayuda y expresar sus sentimientos.
- Empieza a encontrar afinidad con otros niños.
3. Del habla y el lenguaje. Éstas le permiten entender el lenguaje y después usarlo para comunicar ideas y comprender los otros dicen.
De 0 a 2 años
- Balbucea y gorjea intentando imita cuando le hablas.
- Entiende lo que se dice y comienza con palabras cortas que ya expresan una idea como “dame” o “más”.
A partir de 3 años
- Utiliza las palabras correctamente según su significado.
4. Motoras gruesas. Se trata de las que necesita para los movimientos más básicos del cuerpo que implican los músculos grandes.
De 0 a 2 años
- Sostiene el cuello.
- Se sienta y después puede pararse por sí mismo.
5. Habilidades motoras finas. Son las habilidades de control fino, particularmente con las manos.
De 0 a 2 años
- Agarra la comida y se la lleva a la boca.
- Forma torres
- Dibuja
A partir de 3 años
- Se viste solo
- Empieza a escribir
¿Y si es trastorno? Existen diferentes problemas del desarrollo pero debes recordar que cada caso es distinto y las características dependerán de la edad y la situación en que se encuentren, por lo que es necesario que se apoyen en un especialista.
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