1. El orden de las cosas
Entre el primer y tercer año los niños muestran una conducta que podría parecer una obsesión: les encanta clasificar las cosas. Aunque puede aparentar un tic nervioso, tu hijo necesita notar las diferencias y las similitudes de las cosas y agruparlas físicamente para después lograrlo mentalmente. Para apoyarlo:
- Busca juguetes de distintos tamaños y ponlos en una línea para que entienda la diferencia entre grande y pequeño. Utiliza cosas que tengas en casa, por ejemplo los tuppers
- Enséñale los colores al acomodar sus juguetes por tonalidades
2. Construcción de torres
Otra de las cosas preferidas de los niños que además trabaja sus habilidades motoras finas y gruesas es apilar objetos. Consigue bloques o cualquier cosa que funcione para este fin y que sea seguro para él; ve cómo forma una torre tan alta para después derrumbarla.
3. Palmas
Colócate frente a él y entona una canción en la que se den palmadas, como: «Palmas, palmas, que viene papá, tócalas pronto, ¡que en casa ya está!». Si aún no aplaude solo, ayúdalo tomando sus manos entre las tuyas.
Además de alentar la coordinación entre manos y ojos, ejercita conceptos como el ritmo y su memoria al tener que recordar el siguiente movimiento.
Libro 90 respuestas claras para mamás novatas.
4. Panel con formas
Estos juguetes le permiten descubrir que las esferas no entran en los orificios cuadrados, que las formas grandes no encajan en las pequeñas y que las figuras sólo se ajustan si el ángulo es el correcto.
5. El uno, el dos y el tres
Tócale sus dedos uno por uno mientras le cuentas algo como: «Un cerdito fue al mercado, el segundo compró la carne, el tercero la llevó a casa, el cuarto la cocinó, ¡y el quinto se la comió!». Así lo acercarás a los números.
La razón del juego es divertir por lo que no debes presionarlo. Si hoy en vez de apilar prefiere pasar encima de los juguetes cual Godzila, siempre podrás intentarlo otro día.