Cuidados del cordón umbilical: guía fácil para mamás y papás primerizos
1. Mantén el cordón limpio y seco
Limpia suavemente alrededor con una gasa o algodón humedecido en agua tibia. Evita usar alcohol de forma rutinaria, ya que puede irritar la piel y retrasar la cicatrización.
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Después de cada limpieza, seca la zona con cuidado. La humedad favorece el crecimiento de bacterias, por lo que mantenerlo seco acelera la caída natural del cordón.
2. Cambia los pañales correctamente
Dobla el pañal de tu bebé por debajo del cordón para que no lo cubra. Esto evita que la orina toque la base y reduce el riesgo de infección. Los pañales tipo “ombligo abierto” son ideales, pero si no los tienes, asegúrate de doblar la parte superior del pañal común.
3. Observa signos de alarma
Revisa el cordón diariamente. Es normal que tenga un ligero olor o secreción transparente al inicio, pero cualquier enrojecimiento intenso, secreción amarilla o mal olor puede indicar infección. Si notas estos signos, consulta a tu pediatra de inmediato.
Además, la sangrado ligero al desprenderse el cordón es común, pero el sangrado abundante no lo es. Mantén la calma, pero solicita atención médica si ocurre.
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4. Evita manipular el cordón
No tires ni trates de arrancar el cordón antes de que se caiga solo. Forzarlo puede causar sangrado y aumentar el riesgo de infección. La mayoría de los cordones caen entre los 7 y 14 días después del nacimiento.
5. Baños y ropa del bebé
Durante los primeros días, opta por baños de esponja en lugar de sumergir al bebé en agua. Esto evita que el cordón se moje demasiado. Viste a tu bebé con ropa ligera que no roce la zona, permitiendo que el aire circule y la cicatrización sea más rápida.
Cuidar correctamente el cordón umbilical es más sencillo de lo que parece. Con limpieza diaria, pañales doblados y observación constante, ayudas a tu bebé a mantenerse saludable durante las primeras semanas.
