Crédito: Foto Pixabay
A todas les ha pasado: empiezas a darle de comer y a los pocos minutos se queda dormido. Quizá te preguntes si es normal, no tiene hambre o está cansado. ¡No te mortifiques! Mejor entérate a qué podría deberse y cómo manejarlo.
¿Dormir o comer?
La somnolencia durante la lactancia es común en los recién nacidos, pero puede prolongarse por varios meses. En cada caso, los motivos son diferentes:
- Trabajo de parto y nacimiento. En especial si fue difícil, prolongado o se usaron algunos medicamentos
- Temperatura. Ya sea porque el clima es caloroso o está muy arropado
- Alimentación completa. Durante los primeros días, en cinco minutos tomará la leche que necesita. Si se siente satisfecho, dejará de succionar
- Bajada de la leche. Es una reacción normal cuando el flujo comienza a ser abundante y en lo que se acostumbra al volumen nuevo
- Técnica inapropiada. Si no agarra correctamente el pecho, pierde el interés
- Demasiados estímulos. Si el ambiente tiene mucha luz o sonidos, se puede aturdir y quedarse dormido para relajarse
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Cómo evitarlo
Siempre debes asegurarte de que haya quedado satisfecho. Para ello, cuando veas que comienza a adormilarse y deja de tragar:
- Interrumpe la succión. Introdúcele un dedo en la boca a través de la comisura y gíralo. No lo separes bruscamente, podría asustarse y lastimarte
- Hazlo eructar y ofrécele el otro pecho. Así cambiará de postura y quizá despierte un poco
- Cerciórate de que lo amamantes correctamente. Un buen signo es que su boca cubra el pezón y la areola
Si a pesar de esto sigue somnoliento:
- Disminuye la luz
- Retira cobijas y sábanas
- Desvístelo y déjalo sólo en pañal
- Hazle cosquillas en los pies y háblale
- Cámbialo
Recuerda que tu bebé debe comer activamente de cada seno por lo menos durante 10 minutos. Si a pesar de estos consejos continua con la misma conducta, acude con su médico.
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